Adiós al polvo acumulado: el cazo de suavizante que debes añadir para dejar esta parte de la casa impecable

Así es como debes aplicar este sencillo truco

El truco definitivo para limpiar las fregonas y que queden como nuevas

El truco definitivo para limpiar las fregonas y que queden como nuevas

Valeria Montero

Un suelo brillante dice mucho de una casa. Desde la entrada hasta las habitaciones, la superficie, esté recubierta del material que sea, está continuamente expuesta a nuestra actividad y el paso del tiempo. Los zapatos sucios, los restos de comida que se resbalan del mantel o el roce producido por los muebles arrastrados son solo algunas consecuencias que terminan afectando de lleno al suelo, sobre todo si es parquet.

No obstante, las manchas y la suciedad se pegan a cualquier material, ya sea baldosa o madera, o se vea más o menos. La acumulación de suciedad termina haciéndose evidente tarde o temprano y si algún líquido se ha secado después de ser derramado, lo más seguro es que hasta se nos peguen las zapatillas.

Tampoco se libra el suelo de la acumulación de polvo. Aunque no sea tan llamativa como en los muebles, las motas que limpiamos tienen que acabar en alguna parte, y normalmente es aquí. A la hora de pasar la escoba te llevarás un aparte de la suciedad, pero muchas motas de menor tamaño seguirán en el suelo.

Además, debes tener en cuenta que, si después vas a pasar la fregona, es conveniente que la superficie esté lo más despejada posible. Sin embargo, aquí te dejamos un pequeño truco para conseguir sacarle el máximo partido a tu fregona aplicando solamente un pequeño cambio en tu rutina.

Unas gotas de suavizante

Lo único que tendrás que hacer es incluir junto a tu producto habitual para fregar los suelos, un cazo del suavizante para la ropa que tengas por casa. Con esto conseguirás que, además de darle un olor muy agradable que se extenderá por toda la casa, atrapar todo el polvo restante que se había quedado en el suelo después de pasar la escoba.

La forma adecuada de fregar

A la hora de pasar la escoba o la fregona cada uno tiene sus técnicas, aunque lo cierto es que hay una manera imprescindible para sacarle el máximo partido a la limpieza del espacio. El truco está en mover la escoba hacia nuestros pies solo con el movimiento de los brazos. De esta manera, no conseguiremos solo atraer todos los restos hacia nosotros, sino que mantendremos una postura corporal más recta que nos ayudará a sano tener dolores después.

Si quieres fregar, asegúrate de hacerlo en un momento del día donde no vayas a pasar por la estancia donde vas a limpiar. El suelo se pondrá resbaladizo, lo que podría provocarte un accidente e incluso dejar la superficie aún más sucia que cuando la limpiaste. Lo más conveniente es que escurras bien la fregona antes de pasarla para no crear charcos y facilitar el secado.