Sergi Enrich pone la puntilla a una UD Ibiza sin suerte

1-2. El equipo ibicenco encaja la tercera derrota consecutiva y dice adiós a la categoría de forma virtual

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

El delantero del Real Oviedo Sergi Enrich ha sentenciado este sábado a la UD Ibiza con un doblete que ha hecho inútil la buena propuesta del conjunto de Lucas Alcaraz, que con la tercera derrota consecutiva se despide de manera virtual de la categoría (1-2). El equipo celeste ha merecido mejor fortuna ante un Real Oviedo que ha aprovechado tres contragolpes para sumar tres puntos que le aseguran la salvación en Segunda División. La escuadra ibicenca, en cambio, puede consumar el descenso la próxima semana ya que está a 12 puntos a falta de 15 por disputarse.

Isma Ruiz y Kevin Appin fueron las principales novedades de un once inicial del que se cayeron Morante y Julis. La flojísima asistencia de público –apenas 1.500 espectadores– fue la otra gran noticia de un encuentro casi intrascendente después de las dos últimas derrotas que condenaron al equipo celeste al descenso virtual de categoría.

Aunque las cuentas ya no salían, el equipo de Alcaraz saltó con tensión y orgullo al partido, consciente de que la profesionalidad y el amor propio es lo último que pueden perder como futbolistas. Así, la primera ocasión llevó la firma de Coke tras empalar un balón muerto al borde del área en una falta lateral bien botada por Javi Vázquez. Y también la segunda, de nuevo en acción de estrategia, con un zurdazo de Herrera que Braat despejó de puños a córner (min. 12).

Los carbayones, que llegaban envalentonados tras sumar dos victorias consecutivas cruciales para encarrilar la permanencia, eran incapaces de sostener las ansias de su bravo rival. Hasta pasado el cuarto de hora inicial cuando, en una acción completamente aislada, se adelantaron en el marcador gracias a una exquisita ejecución al primer toque de Sergi Enrich a pase de Lucas en el primer contragolpe trenzado por los ovetenses (0-1, min. 17). Por injusto que resultara, la endeblez endémica de los celestes en ambas áreas quedó retratada a las primeras de cambio en Can Misses.

Un disparo centrado de Ekain, un potente chut de Herrera repelido por la zaga y un remate casi a bocajarro de Isma Ruiz que no encontró portería fueron las respuestas de un Ibiza que no bajó los brazos y que finalmente, pasada la media hora de juego, consiguió el empate en un testarazo de Fusto Grillo a la salida de un córner (min. 32).

Descanso

Isma Ruiz dejó su sitio a Escobar tras el descanso, pasando Appin al medio centro y Javi Vázquez al extremo zurdo. Movimientos que realizó Alcaraz tratando de mejorar el rendimiento de su flanco izquierdo. Aunque fue por la derecha por donde primero percutió con peligro un Ibiza comprometido con darse una alegría en este agónico final de campaña. Después fue Ekain quien con un disparo cruzado con la zurda avisó de nuevo de las intenciones celestes. Pero todo quedó en eso, en avisos. Y lo que le falta al Ibiza le sobra al Oviedo. Lo demostró Sergi Enrich logrando su doblete particular en otra jugada aislada, tras pérdida celeste en medio campo, que definió en carrera con un derechazo ajustado al poste de la portería de Fuzato (1-2, min. 55).

El gol destrozó las esperanzas del cuadro celeste, que ya jugó a merced de un Oviedo mucho más cómodo y seguro sobre el césped. Los intentos de Herrera y la entrada de Morante (que retrasó a Javi Serrano a la posición de central) fueron en vano en los minutos posteriores al gol carbayón. 

Tampoco el ingreso de Nolito, inédito en los últimos meses, y Suleiman restando un último cuarto de hora para el final.  

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