La UD Ibiza gana por fin en Leganés y se aferra a la vida

La UD Ibiza ha conseguido al fin romper su racha de encuentros sin conocer la victoria y ha sumado tres valiosos puntos en Butarque, ante el Leganés, que le permiten aferrarse al sueño de la permanencia. Un gol de Mati Bogusz en la segunda mitad ha servido para lograr el triunfo después de 11 jornadas sin hacerlo y mantener opciones de pelear por la salvación a falta de 12 partidos para el final. Los de Alcaraz han logrado por fin mantener la portería a cero y se sitúan con 23 puntos, abandonando momentáneamente la última posición en lugar del CD Lugo. 

Los regresos de Grillo en el centro de la zaga, Escobar en el lateral zurdo y Bogusz en ataque junto a Ekain fueron las únicas novedades respecto al equipo titular que empató la pasada jornada con el Huesca.

Un disparo centrado del polaco sirvió para abrir las hostilidades en Butarque, donde el conjunto ibicenco logró el año pasado la primera victoria en el fútbol profesional la temporada de su debut.

El sistema de Idiákez, con muchos hombres por dentro, y la movilidad en ataque de los pepineros provocaron desajustes en un Ibiza incómodo en los albores del partido. A los 8 minutos, Nyom tuvo el 1-0 en sus botas tras una segunda jugada y un centro al palo largo que desaprovechó el carrilero con un remate muy desviado. Los ayer naranjas se esmeraron en mantener una buena presión en bloque medio y bajo, tratando de frenar las transiciones de un Lega peligroso entre líneas y con los centros laterales.

Intentaban salir rápido al contragolpe los de Alcaraz cuando conseguían robar el balón, pero apenas inquietaron el área de Riesgo durante toda la primera mitad por las imprecisiones y la falta de claridad. El cuadro local, por su parte, gozaba del dominio del esférico y del control del partido con buenas circulaciones de balón y criterio en las acciones, si bien las ocasiones brillaban por su ausencia. Un cabezazo muy elevado de Sergio y una aparición de Karrikaburu a la espalda de la zaga, frenada por Fuzato, aliviaron esa ceguera ofensiva a la media hora de partido.

La UD Ibiza necesitaba dar un paso al frente para inquietar la meta rival, y se encontró con una buena ocasión al filo del 40’ tras un error defensivo en un saque de banda de Joseda. Bogusz lo aprovechó para mandar el esférico al balcón del área, donde apareció Escobar para conectar un potente chut que se marchó cerca de la escuadra. La del argentino fue una de las escasas llegadas de un Ibiza que se marchó al descanso a merced de su rival y con muchos deberes en ataque de cara a la segunda mitad. 

Premio a balón parado

Idiákez no tardó en meter a uno de sus mejores hombres, el delantero Juan Muñoz, para traducir en goles el dominio de los suyos. Pasaban los minutos y la UD Ibiza, obligada a ganar para engancharse al último tren por la salvación, no alcanzaba con juego el área de Riesgo. 

Fue a balón parado como empezó a inquietar el cuadro isleño. Y en un saque de esquina botado por Herrera llegó el 0-1, cuando Bogusz cazó el balón muerto en el segundo palo para empujar el balón a la red en escorzo y llevar la esperanza a la expedición naranja (0-1, min. 64).

Con pitos desde la grada trató de reaccionar el Leganés, mientras Alcaraz incorporó a Morante para dar posesión a su equipo en medio campo.

Los pepineros tuvieron el empate en un testarazo franco de Cisse que atajó sin problemas Fuzato cumplido el minuto 70 de partido. Luego Juan Muñoz lo intentó con un disparo raso y ajustado que se fue lamiendo el poste. El Lega, que introdujo cambios ofensivos, se volcó en ataque ante un Ibiza temeroso de volver a perder su ventaja, como ha ocurrido en jornadas precedentes. Las llegadas se sucedían sobre el área de Fuzato mientras los de Alcaraz trataban de achicar agua, mirando la hora y rezando por no cometer errores. El portero italobrasileño evitó el empate sobre la bocina sacando ávido de reflejos un remate de Qasmi en una recta final de infarto en Butarque. Resistió, por fin, el conjunto ibicenco y logró sumar su quinta victoria en Liga, romper la sequía de triunfos y aferrarse al sueño de la permanencia.

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