Se resuelve el misterio milenario sobre por qué las polillas y otros insectos van a la luz

Un grupo de científicos ha resuelto una de las incógnitas de la naturaleza

Se resuelve el misterio milenario sobre por qué las polillas y otros insectos van a la luz

Se resuelve el misterio milenario sobre por qué las polillas y otros insectos van a la luz / Pexels

La ciencia nunca había sido capaz, hasta ahora, de explicar por qué los insectos acuden como locos a la luz, y es algo que muchos investigadores se han preguntado a lo largo de los siglos.

Pero el pasado 30 de enero un grupo de científicos publicaba en la prestigiosa revista 'Nature communications' las razones concretas de por qué esto ocurre.

Hasta ahora, las teorías que se barajaban para explicar esta actitud de los insectos era que tenía algo que ver con una la Luna o con una atracción innata hacia la luz. Pero sin datos de vuelo tridimensionales para probarlas, este extraño comportamiento seguía sin resolverse.

Tecnología punta

La investigación fue llevada a cabo por científicos de la Universidad Internacional de Floirda (FIU), del Museo de Historia Natural de Florida, el Imperial College de Londres y del Consejo de Intercambio Educativo Internacional de Monteverde (Costa Rica), entre otros.

Todos ellos estudiaron el comportamiento de las polillas y de otros insectos en su aleteo incontrolable hacia la luz artificial gracias a la tecnología punta.

Según explica a' The Guardian' el investigador Sam Fabian, entomólogo del Imperial College de Londres, las polillas y muchos otros insectos que vuelan de noche evolucionaron para inclinar su espalda hacia donde era más brillante. Durante cientos de millones de años, esto fue el cielo, y no el suelo. El truco les decía a los insectos en qué dirección estaban hacia arriba y aseguraba que volaran nivelados.

Se resuelve el misterio milenario sobre por qué las polillas y otros insectos van a la luz

Se resuelve el misterio milenario sobre por qué las polillas y otros insectos van a la luz / Pixabay

Pero luego llegó la iluminación artificial. Con nuevas fuentes de iluminación a las que enfrentarse, las polillas se encontraron inclinando la espalda hacia las farolas. Esto los envió a dar vueltas interminables alrededor de las lámparas, los insectos atrapados por sus instintos evolutivos.

Fabian y sus colegas capturaron las trayectorias de vuelo de los insectos alrededor de las luces utilizando captura de movimiento infrarrojo de alta resolución en el laboratorio y grabaciones de video infrarrojo de alta velocidad en Costa Rica. Las imágenes revelan que una y otra vez, polillas y libélulas dieron la espalda a las luces artificiales, causando estragos en sus rutas de vuelo.

Esta es la razón de la atracción hacia la luz

Con la llegada de la luz artificial estos insectos se encuentran perdidos. Para ellos, una bombilla es un 'cielo impostor' y quedan atrapados en un ciclo agotador tratando de mantenerse orientados. Es un esfuerzo inútil que provoca maniobras torpes y choques ocasionales directamente contra la fuente de luz.

La financiación de National Geographic ayudó al equipo a viajar a Costa Rica, un país rico en diversos insectos, con sus cámaras para averiguarlo. En total, recopilaron más de 477 vídeos que abarcaban más de 11 órdenes de insectos y luego utilizaron herramientas de visión por ordenador para reconstruir las rutas de vuelo en 3D. Junto con los datos de captura de movimiento, los investigadores concluyeron que todas las especies, de hecho, hicieron lo que hizo la polilla en el laboratorio.

“Esta ha sido una cuestión prehistórica. En los primeros escritos, la gente notaba el vuelo errático de los insectos en torno al fuego”, dijo el profesor asociado de biología de la FIU, Jamie Theobald. "Resulta que todas nuestras especulaciones sobre por qué sucede esto han sido erróneas, por lo que este es definitivamente el proyecto más genial del que he formado parte".

Este descubrimiento arroja una nueva y dura realidad: la luz es francamente perjudicial para los insectos y un motivo de preocupación por su conservación.