Conexión cósmica entre el jazz de Joachim Kühn y la electrónica de Dr Gwon

Todo empezó una mañana, cuando Steve Fernández -cuyo alias artístico es Dr Gwon- acudió a la vivienda del pianista Joachim Kühn, en ses Salines, a entregarle unos micrófonos propiedad de su padre, el prestigioso guitarrista de flamenco Paco Fernández. Encima de la mesa vio un montón de vinilos y uno de ellos le llamó la atención.

«Era muy visible porque era el que estaba arriba del todo. Se trataba del disco ‘Promises’, una colaboración entre el saxofonista de free jazz Pharoah Sanders y un grupo de música electrónica que me gusta mucho, los Floating Points. Se lo comenté y empezamos a charlar sobre música», explica Steve Fernández Dr Gwon. La conversación se fue animando y allí se plantó la semilla de una colaboración conjunta: «Dijimos de hacer algo en esta línea, fusionando su piano con una electrónica más experimental».

Podía haber sido uno de esos proyectos sin más que nacen al calor de una charla y no tiene más desarrollo, pero unas semanas más tarde, en julio de 2021, Fernández recibió un correo de Kühn: «Me sorprendió porque me envió un montón de material pianístico. Lo que pensaba que sería un solo track se convirtió en un disco entero».

Este fue el embrión de ‘Microvibrations’, un trabajo a cuatro manos entre Kühn y Dr Gwon en el que el jazz y la música ambient se entrelazan de manera natural. El protagonismo se reparte equitativamente entre ambos músicos. Por un lado, encontramos unas piezas llamadas ‘Microvibrations’, que dan título al disco, y en las que la voz cantante la lleva el piano del alemán. Entre cada uno de estos temas, suenan unos desarrollos electrónicos en el que el foco se pone sobre el trabajo de Dr Gwon. Ambos talentos confluyen en el tema ‘Microvibrations V (The wait)’, quizás el de escucha más asequible, donde piano y electrónica se dan la réplica.

Una historia de amor galáctica

«Al principio grabamos toda la parte pianística sin electrónica, y Kühn me iba sugiriendo dónde sería interesante poner mis partes. La electrónica me sirvió de puente para enlazar la historia que quería contar en el disco», señala Fernández.

Porque ‘Microvibrations’ no solo es un experimento musical, es una especie de historia de amor galáctica soñada por el pianista alemán. En ella, Kühn imagina una relación que relata así en las notas que acompañan el disco: «Son dos amantes que llegan a la convicción de que el mundo en el que viven es demasiado opresivo, iniciando un viaje en busca de un lugar mejor».

Los amantes abandonan el planeta para entregarse a una divagación galáctica que encaja con el sonido del disco, que por momentos evoca el cosmic jazz que practicaban músicos en la década de los setenta. Una comparación con la que Dr Gwon coincide: «Esa era justo la intención que teníamos. Además, la música de los años setenta siempre ha sido una gran influencia para mí. Mi madre escuchaba mucho en casa rock sinfónico de esa década y toda esa onda psicodélica». Una influencia que también se ha trasladado a la instrumentación: «El bajo, por ejemplo, está hecho con un sintetizador minimoog que es muy típico de esa época».

Sin formato físico

En otoño de 2021, Dr Gwon produjo los temas electrónicos y posteriormente se regrabaron algunas partes de piano. A finales de 2021 las grabaciones finalizaron y el trabajo quedó en manos de Domi Pastor, quien se encargó del mastering y las mezclas. El trabajo ve a la luz dos años más tarde, con lo que se demuestra que no han tenido ninguna prisa en publicar.

«Joachim ha ido publicando más trabajos y no queríamos solaparnos con otro de sus lanzamientos. Además, este es un trabajo que se ha cocinado poco a poco. Es un producto atemporal y no teníamos prisas en sacarlo», explica el músico ibicenco.

‘Microvariations’ no se publicará en formato físico, ya que Kühn tiene una exclusividad con la discográfica ACT, pero no ha habido problema en publicar el disco en diversas plataformas, como Bandcamp, Youtube y Spotify. Fernández nos da unos consejos sobre cómo disfrutar al máximo esta propuesta musical: «Es un disco que se escucha de principio a fin, sin prisas. Un disco para disfrutar del sonido, para imaginar y dejarte llevar. Es un trabajo que pide un tiempo y, en un momento en que todo se quiere rápido e inmediato, es algo muy contracorriente».

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