Deporte

Una carrera «que une a la familia y a la ciudad»

Cerca de 700 personas participan en la decimotercera edición de la Cursa sa Real, que, después de 24 años, regresa a Ibiza sin cronómetros ni trofeos y con un espíritu «cien por cien popular»

A las diez y media de la mañana, treinta minutos antes de que arranque la Cursa Sa Real, ya hay centenares de personas concentradas junto al reloj de s’Alamera, listas y dispuestas para recorrer los 850 metros de la avenida Ignasi Wallis que las separan del colegio Sa Real. Son en su inmensa mayoría niños y niñas acompañados de padres, madres, abuelos y tíos, por algo el lema de la prueba es ‘Corre en familia’.

Entre los allí congregados están Azucena y Melanie Sánchez, que de pequeñas ya participaron en esta prueba popular de atletismo. «Nuestro padre nos llevaba a todas las cursas. Es bonito que la hayan recuperado porque es una iniciativa sana que une tanto a la familia como a la ciudad», comentan las hermanas. Melanie, que lleva en sus brazos a su pequeño de dos años, Víctor, ha animado también a apuntarse a su pareja, Francisco Vidal, y a su otro hijo, Thiago, de ocho años, alumno de Sa Real. También el alcalde de Ibiza, Rafael Triguero, con el dorsal 72, está listo para correr junto a sus hijos.

VÍDEO | Cerca de 700 personas participan en la ‘Cursa Sa Real’

Muy cerca, pasa Evaristo Ribas, «exalumno, papá y profesor de Sa Real», que lleva puesta la antigua camiseta de la Cursa y debajo, la equipación de baloncesto de lo que antes era el colegio Juan XXIII. Siente, dice, «mucha alegría» de que se vuelva a hacer una carrera que él corrió en varias ocasiones.

Como explica el director de Sa Real, Juanan Cuesta, el colegio y la Asociación de Padres y Madres (Apima) del centro han ido de la mano para organizar la carrera, que ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Ibiza.

Cerca de 700 corredores

Junto a Cuesta, megáfono en mano, está el director de la carrera, Sergi Tur, que recuerda que muchos de los niños que a finales de la década de los 80 y los 90 corrieron la Cursa Popular Ibigráfic Sa Real Joan XXIII son ahora los padres y madres de la Apima que han decidido recuperar la iniciativa «tras 24 años». Está muy contento con la acogida que ha tenido la decimotercera edición, aunque las cifras de inscritos, «cerca de 700», disten mucho de las 3.800 personas que corrieron en la decimosegunda, celebrada el 28 de noviembre de 1999.

«Esperamos duplicar la participación el año que viene», afirma esperanzado Tur. El comentario lo hace antes de apuntar que la intención de la Apima no es llegar a las cifras astronómicas de anteriores ediciones, donde corrían «incluso atletas internacionales», sino conseguir «una carrera viable y asumible para la organización que mantenga su carácter popular a rajatabla». Con esa intención, señala, en esta nueva andadura de la Cursa Sa Real «no habrá cronometrajes ni trofeos». Eso sí, todos los participantes se llevarán una medalla y «los 600 primeros, una camisa de regalo, cortesía de la Fundación Pacha. «Lo recaudado con la carrera, cinco euros por dorsal, lo reinvertirá la Apima en actividades y material escolar para los alumnos de Sa Real», detalla cuando está a punto de comenzar la prueba.

Cachirulo es el encargado de calentar los motores de la Cursa Sa Real. Lo hace al ritmo de ‘Vagabundo’, el popular tema de Sebastián Yatra, Manuel Turizo y Beéle. «Os recuerdo que esto es una cursa popular y no los Juegos Olímpicos. Tenéis que correr sin pisar a nadie», advierte entre risas el payaso antes de iniciar la cuenta atrás y dar la salida a la carrera.

Cachirulo fue el encargado esta mañana de dar el pistoletazo de salida a la carrera.

Cachirulo fue el encargado esta mañana de dar el pistoletazo de salida a la carrera. / Vicent Marí

Entre los primeros en cruzar la meta está Gabriel Miró, de doce años, alumno de Sa Real, al que han superado solo otros tres compañeros con los dorsales 549, 442 y 239. Fue uno de los últimos en salir, explica, y le ha costado ponerse a la cabeza, pero se ha divertido mucho en la Cursa. Miró está feliz, al igual que Jana Torres, de diez años, también estudiante del mismo colegio, que ha sido la primera de las féminas en completar la carrera, como comenta orgulloso su padre, Vicent Torres.

Estos jovencitos han hecho el trayecto en un suspiro, pero hay muchos que tardan hasta quince y veinte minutos en terminar el recorrido. Más que una carrera, en su caso, es un paseo que se toman con calma, andando, cogidos de la mano de sus hijos o llevándolos en carrito.

Algunos profesores y antiguos alumnos de Sa Real posan con sus hijos en el 'photocall' de la XIII Cursa Sa Real.

Algunos profesores y antiguos alumnos de Sa Real posan con sus hijos en el 'photocall' de la XIII Cursa Sa Real. / Vicent Marí

Lo importante aquí, está claro, no es ganar sino participar. En la meta les esperan las medallas, las camisetas de Pacha, agua y frutas para reponer fuerzas y una buena ración de diversión, la que les ofrecen tres castillos hinchables de Cachirulo y el equipo de Acrobati-K.

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