Nazareth Castellanos

Nazareth Castellanos, neurocientífica: «La salud mental depende también de lo que comes»

Esta tarde participará en la inauguración de Espai Buit, un nuevo centro dedicado a la creatividad y al autoconocimiento en Palma

Nazareth Castellanos colabora con el nuevo Espai Buit.

Nazareth Castellanos colabora con el nuevo Espai Buit. / MANU MIELNIEZUK

Montse Terrasa

La neurocientífica Nazareth Castellanos (Madrid, 1977) se ha involucrado en el nuevo Espai Buit, el proyecto impulsado por Antonia María Horrach, en la plaza Drassana de Palma, un lugar donde ha programado cursos y actividades que tienen que ver con su especialidad, el cerebro y la interacción con el resto de órganos del cuerpo y, también, con la poesía, la filosofía... Para la inauguración de este nuevo centro hoy, por la tarde, en la que compartirá charla con el doctor en Filosofía Antoni Bordoy sobre Ramon Llull y Santiago Ramón y Cajal, han recibido 2.800 peticiones de asistencia.

¿A qué hay que escuchar, al cerebro o a nuestro cuerpo?

A nuestro cuerpo, entre otras cosas porque el cerebro se manifiesta a través del cuerpo, escuchar el cerebro no se podría, lo que podemos hacer es escuchar los ecos que tiene sobre el cuerpo. Pero me gusta recalcar que escuchar no es obedecer, hay veces que dicen «sigue tu cuerpo», bueno, sigue pero dependiendo de adónde te quiera llevar.

¿Y el corazón? ¿Qué papel juega?

El corazón es el órgano más importante junto al cerebro en lo que es la psicología, en lo que es la conducta o la percepción. Hay un aspecto que me gusta mucho del corazón y es que está vinculado con esa percepción que es subjetiva, la percepción que tiene cada uno, está muy relacionado con la memoria autobiográfica. Hay una máxima que se ha dicho en todas las culturas y que ahora se expresa también científicamente: que no vemos las cosas como son, sino como somos. Desde la neurociencia, ese diálogo entre el corazón y el cerebro está vinculado en cómo yo proceso la información. Es decir, cómo yo me hago una idea del mundo. Hasta ahora se pensaba que eso sucedía tan solo en el cerebro, se hablaba poco de la subjetividad y ahora ya se recupera esa subjetividad que también nos hace entender al otro.

Junto a un poema de Pedro Salinas, ha publicado los beneficios de amar y ser amado. ¿Hay evidencias científicas de que el amor mejora nuestra salud?

Sí, muchas, muchas. Vivimos un momento fantástico, desde el punto de vista científico, porque está habiendo muchos cambios que apuntan hacia una nueva construcción del ser humano, como es la interacción de los órganos con el cerebro y poder hablar de temas como la compasión, el altruismo, el amor, que antes se consideraban superficiales.

Eran cosas menores que no tenían que ver con la ciencia.

Sí, exactamente. No son serias, eso lo he oído mucho. El sentimiento, el sentir humano eran ciencias de segunda clase. ¿Cómo lo eran? Es absurdo, es nuestro día a día. Todo se impregna de nuestro sentir. Se está estudiando cada vez más la importancia, no tanto de amar a alguien, sino, lo que a mí me parecía muy interesante, y que también recoge Salinas, el sentirme amado. ¿Por qué? Pues porque, en nuestra sociedad, es pandémico el sentimiento de soledad. ¿Por qué me siento solo? ¿Por qué no percibo tantísimo cariño que recibimos? Porque todos somos queridos por muchas, muchas personas. La empatía está presente en todos. Intento compensar una visión que veo que es apocalíptica y por eso me gusta hacer tantas cosas para la infancia y la adolescencia, porque pienso que si a los 16 años, a mí me presentan esa visión del futuro... Luego dicen que están desmotivados…

Ese dicho de somos lo que comemos, ¿cobra mayor importancia hoy día?

Absolutamente. Hay un nuevo campo, que se ha reconocido ya, que es la psiquiatría nutricional. Es decir, la salud mental depende también de lo que comes. El intestino funciona como la base que genera cantidad de conexiones. El intestino está muy relacionado con el estado de ánimo, con el aprendizaje y la capacidad de asociación que hace el cerebro.

Va a hablar de Ramon Llull y de Ramón y Cajal. ¿Con qué se queda de ellos?

Ese punto de unidad y a la vez de unión es el que me encanta en ambos. Y también que los dos eran grandes defensores de la voluntad y de construir un mundo nuevo.

¿Por qué hay que meditar y cómo debemos empezar a hacerlo?

Pues porque si no sabemos estar con nosotros mismos, veo difícil cualquier tarea que llevemos a cabo. Para mí, la meditación es ese proceso de aprender a estar con uno mismo.

¿Cambiando nuestra postura corporal podemos cambiar nuestras emociones?

Y la memoria. El cerebro tiene un mecanismo maravilloso que es el de buscar la congruencia entre la postura mental y la postura corporal. El cerebro lee al cuerpo.¿Qué le parece que se proponga reducir la jornada laboral?Es importante que si hay medidas de reducción de jornada laboral también aprendamos a saber aprovechar el tiempo libre, no para llenarnos de más cosas, sino para aprender a estar mejor.