Motos

La Ruta 47 alumbra los rincones menos conocidos del país

Su creador, Gerard Mediavilla, destaca el potencial turístico del recorrido

El trazado, de 10.000 kilómetros, conecta todas las provincias peninsulares

Gerard Mediavilla, creador de la Ruta 47 en la carretera

Gerard Mediavilla, creador de la Ruta 47 en la carretera / SERVICIO ESPECIAL

Alberto Rillo

Nació como un pasatiempo inagotable, la colección de sellos de nunca acabar. Entonces solo era la afición de un padre por recorrer los alrededores mientras su prole esperaba en casa. Pero la imaginación de Gerard Mediavilla desbordó en un boceto que maduró cuatro años en un cajón ajeno incluso a la mirada más cercana. Hasta que un viaje al taller y una promoción de neumáticos nuevos desencadenaron lo que con el tiempo se ha convertido en un proyecto vital, el sueño y la promesa por cumplir de tantos aventureros sobre ruedas que, en cuanto pueden, se ajustan el casco y salen a explorar esos lugares desconocidos que quienes todavía no tiran de pantallas encuentran ocultos en «los pliegues de lo mapas».

El barbastrense Jaime Vilarrubí durante su paso por los bosques gallegos. |

El barbastrense Jaime Vilarrubí durante su paso por los bosques gallegos. / EL PERIÓDICO

Es la Ruta 47, un recorrido ondulante de 10.000 kilómetros que pasa por las cuarenta y siete provincias de la España peninsular sin repetir ninguna. Un reto que emula los grandes trazados internacionales (la Ruta 66 norteamericana, la Ruta 40 argentina, etc.) y que permite conocer verdaderamente las entrañas de buena parte del país.

El grupo de la Ruta 47 reunido en las alturas del Pirineo oscense.

El grupo de la Ruta 47 reunido en las alturas del Pirineo oscense. / RUTA 47

«Posee un potencial turístico enorme porque este país lo tiene todo: paisajes de montaña, de costa, llanuras, desiertos, bosques, largas rectas, muchas curvas, una gastronomía increíble, un patrimonio inigualable, una red de alojamientos extensísima... España es preciosa para andar en moto», considera Mediavilla, guipuzcoano residente en Navarra que, tras llamar a varias puertas, logró los apoyos suficientes para plantarse un amanecer del mes de mayo en Cap de Creus y salir con una BMW S1000 XR rumbo a Barcelona, en la primera de las 29 etapas por él diseñadas hasta la llegada final, situada en Almería.

Paco y Germán en Ossa de Montiel, etapa 23º Murcia-Ciudad Real.

Paco y Germán en Ossa de Montiel, etapa 23º Murcia-Ciudad Real. / PACO MOLINA

Una aventura que, como buen profesor de informática, escondía detrás una exhaustiva labor de planificación y diseño previos. «A la gente le gusta salir y hacerse fotos para contar lo bien que se lo pasa. Mi objetivo era dejarlo todo documentado y bien explicado», dice. La distancia, el itinerario, el perfil de la etapa, los tipos de vías y su kilometraje, los diferentes tramos, la descripción del entorno y sus puntos de interés turístico, cultural y gastronómico… Todo aparece detallado en laruta47.com, un espacio alojado en la web motorutas.com, en la que queda claro que tan importante es hacer un viaje como luego contarlo.

Ambos retos tienen como acicate un pasaporte oficial (disponible en la web) que todo motero que se precie estará orgulloso de ir sellando en los puntos oficiales que se van incorporando a la ruta o en cualquier establecimiento. «Cuenta con una hoja personal que te identifica y luego cada provincia tiene una página con una imagen representativa. Y cualquier establecimiento tiene un sello; los oficiales incluyen el logo de la Ruta 47», detalla su creador.

Trazado

El trazado busca los diferentes extremos nacionales de la península de este a oeste con preferencia por las vías secundarias y, según aclara su creador, está abierto a ser completado según las posibilidades de cada mototurista.

Él lo hizo de tirón y administrando al máximo sus neumáticos para superar el Reto Michelin Road 5. «La BMW que utilicé, de 160 CV, era muy divertida, pero tuve que adaptar mi conducción, más motera en los puertos para compensar el desgaste del centro de las ruedas en las largas rectas. Y siempre a la velocidad máxima permitida», detalla.

Una experiencia «muy enriquecedora» que volvería a realizar «en solitario» por la gran ventaja que aprecia: «Haciéndolo así te mezclas más con el entorno, te pones a hablar con todo el mundo. Mucho más que si vas con un grupo al que te atarías».

El logro personal y la invitación a un evento en Lisboa rodeado de próceres del mundo del motor no hicieron sino prender en él la mecha de un nuevo reto en el que las carreteras secundarias le parecieron vías demasiado obvias.

Nació así la Ruta 47 off road, el hermano revoltoso de la versión por carretera que, en la medida de lo posible, conectaría las mismas 47 provincias por caminos. Para corregir los de antemano asumidos errores de su diseño, recurrió a la ayuda a sus contactos, que le sugirieron un montón de modificaciones. Corría el mes de marzo de 2020. «Fue más complicado y tengo claro que la ignorancia es muy atrevida porque en un principio pensé hacerla en solitario. Y eso en el campo es una irresponsabilidad», echa la vista atrás. Al final, el parón de la pandemia le vino bien a alguien...

Durante esa pausa obligada ideó un formulario para que quien lo desease se apuntara a alguna etapa. Recibió 60 solicitudes y, de entre todas ellas, surgió la compañía permanente de dos fieles escuderos que lo acompañaron durante las 47 jornadas: Juancar, dueño de un hotel rural en Irati (en el norte de Navarra) y experto mecánico, que los sacó de unos cuantos apuros, y Cecilio, «Ceci, una bellísima persona, un compañero ideal que se presentó con un 4x4, nos llevaba el equipaje y hacía el check-in en los alojamientos», recuerda.

Mediavilla recuerda con cariño la experiencia: «Hicimos un gran equipo, no nos hacía falta ni hablar. Solo con la mirada ya sabíamos lo que cada uno quería». La amistad forjada en el camino.