Pregón de Semana Santa

Miguel Ángel Riera

Miguel Ángel Riera

El pasado día 1 de marzo, Día de les Illes Balears, tuvo lugar en la parroquia de Santa Cruz el III pregón de Semana Santa a cargo de D. Juan Marí Tur, que además de un enamorado de la cultura y del patrimonio de nuestras islas, también es un seducido por una profunda fe cristiana..

D. Joan, Botja, hizo un repaso por la tradición que caracterizaba la Semana Santa, sobria, de nuestros pueblos y de la misma ciudad de Ibiza, pero no por eso menos profunda que cualquier otra expresión de nuestra fe, como lo hicieron presentes los cantadors dels Passos de Ntra. Sra, de Jesús y de Ntra. Sra Madre de la Iglesia de Puig den Valls.

El mismo pregonero instó a todos los presentes a no cansarnos de dar testimonio de nuestra fe en todos los ambientes. En una sociedad cada vez más secularizada, las procesiones de Semana Santa quieren ser una expresión de lo que vivimos día a día como cristianos. Acompañar las imágenes de todas las escenas bíblicas de la Pasión, Muerte y Resurrección de Ntro. Sr. Jesucristo quiere significar la importancia de nuestras creencias en un Dios que se hecho uno de nosotros para así poder nosotros gustar de la gloria de la Vida Eterna.

En un mundo cada vez más volátil, donde parece que nada permanece, la Semana Santa nos recuerda, así como todas las otras fiestas cristianas, que hay algo que permanece. Ahí está siempre Dios. Él no abandona a su pueblo como podemos leer continuamente en los textos bíblicos de la Cuaresma y como lo celebramos de manera definitiva en la Semana de la Pasión.

D. Juan Marí no pasó por alto el trabajo de la Iglesia en su compromiso con los más desfavorecidos, especialmente por medio de Manos Unidas y de Cáritas, estas dos entidades eclesiales que quieren dar respuesta continua al mandato de Jesús de cuidar a los que más lo necesitan. Todas las expresiones de Semana Santa nos tienen que ayudar a vivir la cercanía de nuestro Dios hacia los más pobres y hacia los enfermos, los predilectos de nuestro Padre Dios y a los que realmente nos acercan más al Dios vivo, porque en su sufrimiento está el mismo Dios que muere en la Cruz para rescatar a todos los que se sienten abandonados y abatidos en su dolor. Que este pregón, como interpeló, el orador, nos ayude a vivir mejor la Semana Santa.