Tribuna

El ciclo integral del agua en Formentera

Eugenio Nadal Reimat

Satisfacer la demanda de agua potable en Formentera, con más de 11.400 residentes y casi 8.000 plazas turísticas, donde las pocas masas de agua subterránea están en muy mal estado, sólo se puede conseguir produciendo agua desalada. Si esta agua, una vez utilizada, se depura para evitar vertidos contaminantes al litoral y se reutiliza como agua para riego, limpieza, paisajismo y recarga de acuíferos, tendremos un ciclo del agua completo que asegura la protección del agua natural y de la del litoral, tan importante por sus calas y playas.

Las instalaciones necesarias para realizar este ciclo son: la planta desaladora, la red de distribución del agua potable, el alcantarillado para las aguas residuales, el saneamiento (la planta depuradora) y la red de riego que incluye el elemento de regulación (la balsa de riego). Estas instalaciones existen en Formentera desde hace más de 15 años. La planta desaladora tiene una capacidad de 5.000 m3 al día y produce anualmente casi 750.000 m3, con mucha estacionalidad en la temporada alta (abril-noviembre) frente a la baja (enero-marzo); la gestiona una empresa con contrato adjudicado por la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) hasta 2028. La red de distribución del agua desalada y el alcantarillado de los núcleos urbanos y viviendas rurales diseminadas está en manos de otra empresa del sector, en régimen de concesión, desde 2005, con un contrato de 20 años, más otros 5 de prórroga si no lo denuncian las partes un año antes de finalizar. Es el Consell de Formentera el que tendría que notificar la denegación de la prórroga y decidir qué sistema de gestión quiere para este servicio público de su competencia; en el caso de que decida seguir con el régimen concesional, tendrá que convocar un concurso público para que a partir de 2025 lo preste la empresa que haya presentado la mejor oferta de inversión, tarifas y calidad del servicio. Seguro que habrá muy buenas ofertas, dada la competencia entre las empresas de este sector. 

La planta depuradora es antigua y su conservación, mantenimiento y explotación lo realiza otra empresa privada, mediante otro contrato adjudicado también por Abaqua, que está próximo al vencimiento. El funcionamiento de la depuradora es muy deficiente por falta de instalaciones adecuadas para tratar, en cantidad y calidad, el caudal de residuales que recibe. Según las últimas informaciones, el Govern balear licitará, a través de Abaqua, un proyecto para ampliar la capacidad de depuración de la planta hasta 4.000 m3 al día, con un plazo de ejecución de 18 meses desde la adjudicación. Esperemos que la licitación se convoque pronto y que la ampliación no sea insuficiente antes de empezar, ya que si la desaladora produce 5.000 m3 diarios de agua desalada, parece que de entrada ya faltará capacidad de depuración.

En relación al riego con agua depurada y regenerada, en 2007 se terminó una balsa de 88.000 m3 de capacidad y una red de riego, con bombeo e hidrantes incluidos, para más de 100 hectáreas. Para su utilización se constituyó una comunidad de regantes que cuenta con más de 100 usuarios. Esta inversión tan importante, de más de 8 millones de euros, la realizó el Gobierno del Estado, la ejecutó la empresa pública Tragsa y se entregó a la conselleria de Agricultura del Govern balear. Han pasado más de 15 años y apenas se ha podido utilizar; en mayo de este año, justo antes antes de las elecciones, el Govern balear anunció a bombo y platillo la programación de riego para 2023, como gran noticia, aunque sólo se iban a utilizar 350 m3 al día de agua de la balsa, menos del 10% del total. 

Un último comentario sobre una herramienta clave en la gestión del agua: la planificación, en el reciente Plan Hidrológico de las Islas Baleares, aunque tiene más de mil páginas, de Formentera habla muy poco, y ni se menciona todo esto. Y por supuesto se obliga a la población de Formentera a pagar el canon de saneamiento a través de su recibo del agua.

La conclusión de este análisis es que tampoco en Formentera hay un ciclo integral del agua, no funciona. Podríamos hacer un símil con la música y una orquesta, tenemos como músicos una sección de tres administraciones públicas (la del Estado, la autonómica y la local) y cada una va a lo suyo: financian, ejecutan y contratan, pero al final no suena bien. 

Hay que destacar las importantes inversiones realizadas por el Gobierno del Estado en la isla. Incluso hace un año se anunció la ejecución de un proyecto por parte de la empresa estatal del Ministerio de Agricultura SEIASA, con fondos Next Generation, denominado ‘Consolidación del regadío a partir de la optimización de aguas regeneradas en la isla de Formentera’, con una inversión de casi un millón de euros, con el objetivo de mejorar la calidad el agua de la balsa. Esperemos que lo ejecute ya y que suene mejor.

Para completar la ‘orquesta’ hay otra sección, constituida por las tres empresas privadas que prestan servicios; cada una ejecuta su contrato con el solo fin de obtener el máximo beneficio, y les da lo mismo la música que suene, ellos simplemente van a cumplir su contrato. 

Es evidente que esta ‘orquesta’ necesita un director que mande, coordine y colabore con todos los músicos para que los regantes puedan hacer los usos que quieran. Aunque en principio puede que no les guste, el director de la ‘orquesta’ del agua en Formentera ha de ser el Consell. No hay otra institución de gobierno en la isla, como Administración local tiene las competencias exclusivas de abastecimiento y saneamiento, que son de prestación obligatoria, y además es una función vinculada con la otra competencia importante del Consell, la de ordenar el territorio. Si se implica, manda y dirige, es posible que en pocos años la situación del ciclo del agua en la isla sea muy diferente a la actual: se utilizará la balsa, se eliminarán los vertidos al mar y se podrá utilizar el agua regenerada para bien de todos.

Eugenio Nadal Reimat | Ingeniero agrónomo. Ha sido presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro y de la Mesa del Agua de Aragón

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