En corto

Negacionistas

Para eliminar de raíz algo o a alguien, una práctica inveterada es quitarle el nombre. Tiene algo de mágica, pero funciona. La expresión «violencia machista», es decir, la localización en el machismo o supremacismo masculino de una fuente principal de la violencia contra la mujer costó muchos miles de muertes de mujeres, millones en el mundo. Cuando un diputado de Vox en Valencia, tras recoger su acta, pronuncia como si se tratara de un conjuro la frase «la violencia machista no existe», está haciendo algo más que hablar. Cuando allí donde Vox gobierna o pacta una de las primeras cosas que promueve es cambiar el nombre «violencia machista» por «violencia intrafamiliar» está haciendo algo, en el fondo lo mismo: quitar el nombre a la cosa para negar la cosa. Todo el que secunde esta praxis debe saber lo que hace, y los demás tomar nota. Hay asuntos en los que mirar para otro lado no vale.

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