En corto

De feria en feria

Poco comercio hay tan respetable como el del feriante de ganado, cuya sola palabra suele valer para cerrar un trato, pero hay ferias de toda clase de productos, del automóvil al libro, pasando por la electrónica, los viajes o el arte. Estos días se está celebrando en España la feria del poder local, que luego se prolongará algunas semanas con la del poder autonómico, aunque están conectadas. Hay de todo en ella, pujas al alza, merodeos, transacciones inesperadas, desplantes, aspavientos, cierres en falso de operaciones, etcétera, lo cual la hace muy parecida a la primera citada. Lo que desde un punto de vista puramente comercial complica las cosas son los principios, un intangible que era de gran valor hace unas semanas, en la feria del voto. Conviene que los feriantes no olviden del todo que lo que tienen viene de esa feria, y que en cuatro años a ella volverán para renovar existencias.

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