Elecciones generales

Podemos se resigna a la caída de Irene Montero y mantiene hilo abierto con Yolanda Díaz

Las negociaciones con los distintos partidos de Sumar continúan a contrarreloj para registrar las listas en las próximas horas

Yolanda Díaz, este jueves durante la firma del Estatuto del Becario.

Yolanda Díaz, este jueves durante la firma del Estatuto del Becario. / EFE

Ana Cabanillas

Podemos rebaja su ofensiva contra Yolanda Díaz y se resigna a que Irene Montero quede fuera de las listas para las generales del 23 de julio. Los morados firmaron in extremis el acuerdo con Sumar, pero declararon una nueva batalla: seguirían presionando para incluir a Montero en puestos de salida al Congreso hasta el próximo lunes, cuando vence el plazo para inscribir a los candidatos. Una semana después, Podemos ha bajado las armas. Ya asumen que la líder de Sumar será su candidata y ultiman las negociaciones con su equipo para detallar los “flecos” de las listas, con el objetivo de registrarlas en las próximas horas, con margen para no agotar el plazo legal. 

El pacto entre Podemos y Sumar llegó a última hora del viernes, en un movimiento obligado por las fuertes presiones internas que vivió la cúpula morada para el acuerdo y ante el riesgo de descalabro electoral y orgánico en caso de romper e ir en solitario. Hoy la decisión de confluir con Díaz, pese a las muchas quejas, parece ya irrevocable. La opción de que Podemos rompa in extremis para presentarse en solitario sería legal, según la jurisprudencia de la Junta Electoral Central, pero se contempla como una posibilidad muy remota. Tampoco se han dado pasos en este sentido. 

La maquinaria electoral del partido no se ha activado en los últimos días, según aseguran fuentes moradas, y no ha habido movimientos para preparar candidaturas paralelas a Sumar que pudieran registrarse en el último momento. El trabajo de elaborar las listas de Congreso y Senado para cada una de las 52 circunscripciones no es sencillo, y hacen necesaria la participación de cuadros a distintos niveles, además de exigir la implicación de los responsables legales. Unas circunstancias que no se han dado. 

Luto de tres días

“La firma de Podemos en la coalición está garantizada, pero queremos llegar a un acuerdo justo”, aseguró el viernes la secretaria general, Ione Belarra, unas horas antes de rubricar el acuerdo, advirtiendo que “no aceptamos ningún veto como parte de la negociación”. Podemos terminó aceptando la última propuesta de Sumar.

La dirigente volvió a abrir fuego al día después, una vez registrada la coalición, asegurando que se había “firmado sin acuerdo” y reclamando a Yolanda Díaz a reabrir las negociaciones para incluir a Irene Montero en los puestos de salida por Madrid. Unas presiones que, sostuvo, se iban a mantener “hasta el último minuto” para levantar el “veto” que pesaba sobre la ministra de Igualdad, que en la recta final de las negociaciones recibió un duro varapalo del Tribunal Supremo, que ratificó las más de mil reducciones de penas a agresores sexuales a causa de la ley del sólo sí es sí.

Pero el luto por Montero duró tres días, con declaraciones el fin de semana de distintos portavoces nacionales culpando directamente a Yolanda Díaz. La última tuvo lugar el lunes, cuando Isa Serra, miembro de la ejecutiva, convocó a la prensa para hacer el último llamamiento de carácter oficial. “Insistimos a Yolanda Díaz en que retire el veto a Irene Montero, esto es un error político, pero también un terrible mensaje a la sociedad, el de un veto a las valientes”, defendió la dirigente. Desde entonces, se cumplen cuatro días sin declaraciones públicas en este sentido y el asunto se da por zanjado. 

Rueda de prensa de Nacho Álvarez, de Podemos.

Rueda de prensa de Nacho Álvarez, de Podemos. / Juan Manuel Prats

Hoy hay prevista una intervención de Nacho Álvarez, un perfil de Podemos .distinto al de los portavoces oficiales. Economista, miembro de la ejecutiva y secretario de Estado de Derechos Sociales, Álvarez representa al sector del partido más conciliador con Sumar. Él mismo ha mantenido siempre la buena sintonía con Yolanda Díaz y fue una de las voces que alabaron el último fichaje de la gallega, que este miércoles anunció al incoporación del economista Carlos Martín Urriza.

Reunión de la dirección

La única convocatoria de Podemos desde entonces hasta hoy fue el Consejo Ciudadano Estatal, el órgano de dirección del partido, al que llamó para una reunión este sábado. Una convocatoria sin orden del día que se interpretó como un último intento de presionar a la dirigente, pero también como forma de apaciguar a distintas federaciones de Podemos que llevan semanas pidiendo esta reunión para abordar la estrategia negociadora con Sumar y analizar los malos resultados del 28M. 

Algunas voces del partido creen que la reunión del CCE servirá para ratificar los acuerdos alcanzados con Sumar por la ejecutiva, cuyas dos máximas dirigentes a nivel orgánico, Belarra y LIlith Verstrynge, tienen puesto asegurado en el Congreso de los Diputados (número 5 por Madrid y 4 por Barcelona, respectivamente). 

Una manera de blindarse ante las críticas internas recibidas por el sector más duro del partido tras aceptar el “veto”, y repartir asó la responsabilidad entre los miembros de la dirección, donde también se encuentran los líderes territoriales. Otros creen, además, que servirá de homenaje a la ministra de Igualdad tras su renuncia definitiva a repetir como diputada en la próxima legislatura. 

Negociaciones en curso

El tono de los morados también se ha visto rebajado en los últimos días, en línea con lo ocurrido en las semanas previas a las elecciones del 28 de mayo, donde Podemos cesó sus ataques a la ministra de Trabajo para evitar la desmovilización electoral. En la cúpula morada son conscientes de que las pugnas internas son las que más desalientan a su votante, y continuar la ofensiva implicaría menguar sus opciones de lograr representación el Parlamento. 

La reducción del ruido tiene otra causa directa: las negociaciones que Podemos mantiene abiertas con Sumar y que se han intensificado en los últimos días para acabar de configurar las listas electorales al Congreso y al Senado por 50 circunscripciones, después de renunciar a presentarse en Ceuta y Melilla tras la renuncia del partido ceutí de Fátima Hamed y el escándalo en el que se vio envuelto por la presunta compra de votos el que estaba llamado a ser su aliado melillense

Aunque los principales puestos de salida fueron repartidos y acordados entre los distintos actores de la coalición, las listas continúan más allá de los primeros puestos, y la disputa ha estado en los segundos y terceros, posibles suplentes en caso de renuncia o fallecimiento, y en el resto de posiciones. El reparto de integrantes y su adscripción a uno u otro partido también podrá determinar en cierta medida la campaña electoral.