Temporada

Los hoteleros confían en el ‘last minute’ para reactivar las reservas en Ibiza

La patronal señala que la ocupación está en niveles similares a 2023, aunque hay factores que generan incertidumbre, como los precios del transporte o la repercusión de las movilizaciones contra la masificación

Imagen de archivo de pasajeros dirigiéndose al control de seguridad del aeropuerto de Ibiza.

Imagen de archivo de pasajeros dirigiéndose al control de seguridad del aeropuerto de Ibiza. / Toni Escobar

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

El sector hotelero afirma que la actividad en esta temporada, de momento, se sitúa en una línea más o menos similar a la del año pasado, que ya fue un buen verano para dichas empresas, aunque hay una serie de factores que generan incertidumbre. La ralentización de las reservas (subieron en invierno, pero hay que tener en cuenta que, sobre todo desde la pandemia, muchos reservan con poca antelación), los precios de los billetes para venir a Ibiza, la crisis habitacional que afecta a sus trabajadores o las recientes movilizaciones en Baleares contra el modelo actual son algunos ejemplos.

«Lo que se comenta en general en todos los sectores —y estamos ya en el mes de junio— es que de momento esta temporada es muy parecida a la de 2023», resume Alejandro Sancho, presidente de Fomento del Turismo en Ibiza.

Un mercado más flexible

¿Y cómo irá lo que queda de temporada? Es difícil hacer predicciones, según Manuel Sendino, gerente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif): «Desde hace tiempo, diría que por lo menos desde la pandemia, la reserva de última hora se ha generalizado. De hecho, se flexibilizaron mucho las condiciones de contratación, te permitían cancelar sin coste hasta el último minuto y, por decirlo de alguna manera, se malacostumbró al mercado». La meteorología, a modo de ejemplo, es uno de los factores que influye en la decisión final del turista. Aunque Sendino matiza que esto está revirtiendo parcialmente, cree que este nuevo paradigma llegó para quedarse: «En gran medida, tanto clientes como hoteles se han acostumbrado a vivir al día y hasta el último minuto la realidad es más difícil de acertar». Si las ventas last minute [entendiendo por éstas incluso las que se realizan con un par de semanas de antelación] de 2023 se repitieran este año, el sector lo celebraría, pero por el momento es complicado decir con certeza qué va a ocurrir.

«Aún estamos realizando la encuesta de [ocupación hotelera de] mayo, pero la sensación que tengo, por lo que he hablado con la gente, es que fue un poquito más baja que el año anterior. Ligeramente inferior», añade Sendino, quien, no obstante, celebra que el mes de junio, hasta ahora, ha sido positivo para el sector —«parecido a junio de 2023»— y todo apunta a que la segunda quincena presentará resultados similares.

Alejandro Sancho reflexiona sobre que, si de ahora en adelante se pierde carga turística, no tendría que ser una noticia necesariamente mala, siempre y cuando este decrecimiento se produzca por la vertiente de la oferta ilegal.

Sobre las reservas de última hora de las que hablaba el gerente de Fehif, Sancho valora: «¿Que a veces falta por vender para julio y agosto? Pues sí, pero es que el año pasado también faltaba. Para septiembre ocurre lo mismo. Y los restaurantes dirán otra cosa, las empresas de servicios otra… En todo caso, la tendencia que se marca ahora es parecida a la del año pasado. Puede ser que cuando acabemos la temporada veamos que ha sido un poco mejor, un poco peor... ya lo sabremos», explica Sancho, sin querer hacer análisis precipitados. Además, el presidente de Fomento también se suma a la defensa de poner la «calidad» por delante de la «cantidad». «La isla ya ha decrecido, el mercado turístico ha dado señales de que hay que decrecer desde el punto de vista de la cantidad, y se está logrando de forma natural, sin ningún tipo de imposiciones», afirmaba recientemente el vicepresidente y conseller insular de Territorio, Ordenación Turística, Movilidad, Infraestructuras Viarias y Lucha contra el Intrusismo, Mariano Juan, que ponía como ejemplo las 9.000 plazas turísticas que se han perdido en la pitiusa del norte, sobre todo en hoteles, «respecto a hace 15 o 20 años».

Por otro lado, Alicia Reina, presidenta en Baleares de la Asociación Española de Directores y Directivos de Hotel (AEDH), explica que el ritmo de reservas subió en invierno gracias a los más precavidos, («y había precios más asequibles»), pero que «ahora, evidentemente, se ha ralentizado»: «Es lo normal. Y cuando se van llenando plazas poco a poco, las tarifas van subiendo». Coincide con Fomento en que hay «incertidumbre», «como cada año», en cuanto a las previsiones: «Pero se pretende hacer todo lo posible para repetir, como mínimo, los resultados de la temporada anterior».

Preguntado Sancho por los elevados precios del transporte, destaca que esto puede incidir en las reservas de última hora: «La gente calculaba lo que le costaba el paquete y, cuando añadía la variable del traslado, se disparaba todo. Y esto se acusa más cuando la venta no es anticipada».

En cuanto a los asentamientos de caravanas y vehículos similares, reflexiona sobre la posibilidad, «si en uno, dos o tres años no se ha desbloqueado la situación», de habilitar espacios con ciertos servicios y condiciones para que los trabajadores con contrato puedan instalarse allí, pero al mismo tiempo que formula esta propuesta (que en los últimos meses se ha venido escuchando por parte de diferentes sectores) se muestra dudoso y muy cauteloso: pide estudiarla y la propondría, en todo caso, como medida excepcional temporal mientras no se encuentra solución a la emergencia habitacional.

Controles en llegadas

Alicia Reina, por su parte, señala que las reservas last minute se deben a diferentes motivos. «Estamos consiguiendo un ritmo de reserva muy similar al del año pasado, en algunos meses un poco por encima. Abril se sitúa ligeramente por arriba y mayo también. Ahora vamos a por junio. Algunas reservas aún no se han consolidado y pueden cancelarse, por lo que tenemos que ser cautos, pero parece que vamos a replicar el año pasado». Los factores que inciden en la ralentización de reservas, añade, también son muy variados. Por un lado, ya se vendieron reservas anticipadas, y por otro, en algunos casos se han establecido estancias mínimas y precios más elevados: «Hay mucho intrusismo que está absorbiendo la demanda y una mayor competencia de otros destinos. Algunos vuelos se están encareciendo, porque cada vez quedan menos plazas, lo que genera que los precios también vayan subiendo», detalla en conversación con este diario. Pueden influir eventos internacionales como la Eurocopa, agrega Sendino.

Con todo, desde AEDH piden que en el puerto y aeropuerto haya un control para conocer dónde se aloja el turista que llega a Ibiza y detectar, así, villas o pisos vacacionales sin licencia. Sobre las manifestaciones recientes, insiste en que «si existe masificación, que es algo que hay que saber con datos fidedignos, no es consecuencia de la oferta legal, sino del pirateo y la oferta ilegal que está acampando a sus anchas».

Suscríbete para seguir leyendo