Solidaridad de Ibiza con Palestina: Melodías para los niños de Gaza

Cala Llenya acoge un festival para recaudar fondos para los menores de la Franja con música en directo y una rifa solidaria

Personas de origen palestino e ibicencos se unen en una jornada dedicada a continuar visibilizando este conflicto y que no caiga en el olvido

Vídeo: Festival Solidario para los Niños y Niñas de Gaza

Toni Escandell

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Palestina. Cientos de personas se reúnen en Cala Llenya desde las doce del mediodía hasta entrada la noche en un festival benéfico en pro de los niños de Gaza. Conciertos, una rifa solidaria, una jam session, una poetry slam y un pintacaras para los pequeños amenizan una jornada festiva y, a la vez, comprometida con el fin del conflicto en la Franja de Gaza. Músicos y participantes coinciden en la necesidad de promover la paz y señalan que «los niños son los más inocentes». Además, personas de origen palestino intervienen en el acto para hablar públicamente del conflicto.

La cantautora Montse Moreno La Duende lanza mensajes contra la violencia y las armas mientras ensaya con su compañero algunas de sus canciones este domingo en el restaurante de Cala Llenya. En el escenario, de fondo, y a ambos lados, hay banderas palestinas. Sobre las doce del mediodía van llegando los primeros interesados en realizar donativos por la causa. Está a punto de comenzar el ‘Festival Solidario con Palestina’.

Melodías para los niños de Gaza | FOTOS DE TONI ESCOBAR

4 Imagen del público durante uno de los conciertos del día. / TONI ESCOBAR

El cantante y guitarrista Iggi Torres es uno de los principales promotores del evento, cuyo objetivo es recaudar fondos para los niños de Gaza a través de Ajyal Foundation for Education. Esta organización está repartiendo lotes de comida entre los desplazados en esta parte de Palestina.

«Esta es una manera de demostrar que, si nos unimos todos, a lo mejor podemos conseguir un cambio importante para el mundo. Creo que cada grano de arena es importante en cosas tan vitales como comer, tener casa... Y los niños son los más inocentes de todo esto», expresa La Duende poco antes de comenzar oficialmente, ahora sí, la tanda de conciertos preparada para este día. Ella, con su rumba mestiza, y defendiendo que hace falta «más humanidad y empatía».

Una familia de residentes entra y aporta uno de los primeros donativos de la jornada. «Estamos sensibilizados con este tema, es una injusticia histórica», resume el padre sobre los motivos que les llevan a participar en este acto. También cuenta que han ido a movilizaciones por Palestina (en Ibiza también se han celebrado muchas desde el recrudecimiento del conflicto) y que allí han podido ver a mucha gente de la comunidad musulmana. Es por ello que opina que la preocupación debería ser más generalizada entre toda la población: «Creo que esto es un gran problema y parece que solo se preocupan los que tienen más similitud cultural con ellos [los palestinos]».

El poder de las armas

«Estamos pasando de un sistema más o menos ordenado a una ley de la jungla en la que quien tiene las armas más potentes es quien dicta las normas, saltándose todos los derechos. Esto duele mucho», añade este ibicenco.

Amy Agouropoulos es una las colaboradoras y está en la mesa de la entrada recogiendo las aportaciones junto con otra compañera. Celebra que «hay personas que están dando más que la donación mínima» para asistir al festival, que es de diez euros por cabeza. «Hay gente pasando mucha hambre, así que cualquier cosa que podamos hacer para aliviar y ayudar... Y que esto no se olvide, que el problema sigue y la gente está desesperada. Es lo mínimo que podemos hacer», añade Amy, que ha traído a sus hijos y, entre otros, ha donado regalos para la rifa solidaria. Casi todo este material lo han aportado artistas y artesanos de la isla.

El evento tiene el apoyo de la Plataforma de Solidaritat amb el Poble Palestí d’Eivissa.

«Como músicos seguramente no tenemos una actividad política como tal, pero vimos que tal vez podíamos ayudar de alguna manera, sin meternos en política, y mediante una asociación. Muchos compañeros se han volcado. Creo que los músicos estamos aquí más que nada para aprovechar la oportunidad de ayudar», apunta, por su parte, el organizador Iggi Torres, que a lo largo de la jornada también estará sobre el escenario. En este sentido, defiende la música como una posible vía para amplificar mensajes de paz.

Palestinos en el festival

Al evento acuden algunas personas de origen palestino. Es el caso de Tamara, que lleva unos meses viviendo en la isla. Aunque nació y creció en Londres, sus orígenes están en Palestina. «Como muchos palestinos, no he vivido nunca allí, pero he podido ir algunas veces. Allí tengo a familiares, como los primos de mi madre, y también a un amigo. Él vive en Gaza», explica a este diario.

Es «un colega» con quien se va comunicando y que ahora está desplazado en Rafah. Allí malvive con otras seis personas en una carpa. «Son mi amigo, sus padres, su hermana pequeña y su hermana mayor con el marido y el bebé. No creen que puedan volver a su piso, porque ahora es muy peligroso. Han cambiado de lugar como siete u ocho veces para evitar el peligro. Están vivos, eso sí...», relata Tamara, que celebra, no obstante, la solidaridad que están demostrando muchas ciudades. También americanas y europeas, empezando por la suya, Londres, donde se llevan a cabo manifestaciones masivas.

«Es muy difícil buscar comida, los padres de mi amigo no tienen medicación para sus patologías crónicas. Están intentando salir de allí e ir a Egipto, porque el hermano de mi amigo vive en Turquía y han recogido un poco de dinero para poder salir de allí. Todavía están esperando, cuesta mucho dinero y es difícil», agrega Tamara.

Esta residente en Ibiza pudo entrar en Gaza en una ocasión, allá por 2018: «Pude ir porque había una ONG con la que estuve trabajando. Me dieron un permiso de Israel para poder entrar, porque es casi imposible. Fueron dos días (...) La vida era difícil. No como ahora, pero lo era, aunque la verdad es que había mucha vida y la gente que podía trabajar trabajaba. Las personas intentaban hacer las cosas, tener su familia, ir a la playa, comer juntos... Cosas que tenemos que poder hacer todos». Asimismo, señala que para todos los palestinos y árabes que conoce, este conflicto es «un trauma» y no duda en calificarlo de «genocidio».

Tariq Fedda, uno de los administradores Ajyal Foundation for Education (organización sin ánimo de lucro con sede en Reino Unido), está presente en el evento y explica que dicha organización está enfocada en la educación integral de los niños en Gaza, incluyendo su bienestar mental. Pero su trabajo se vio obligado a una pausa con el nuevo estallido del conflicto. «Ahora nos dedicamos a intervenciones urgentes. En el primer alto al fuego, que no duró mucho, organizamos unas convocatorias psicosociales por los niños. Se les llevaba juntos a actividades que puedan ayudarles un poco con el trauma», explica. Allí podían jugar, pintar o cantar, todo ello a modo de terapia psicológica, de alguna manera. «Ese era el proyecto piloto, ahora queremos implantarlo de una manera más amplia para que pueda llegar a muchos más niños», añade Tariq.

Reparto de comida

También explica que en las últimas tres semanas han realizado tres distribuciones de cestas de comida, con pan y verduras frescas, entre los niños desplazados y sus familias en Rafah y Deir al-Balah.

Las palabras de Claudia Ottelli, otra de las cantantes que se han subido al escenario este día, son un buen resumen: «Creo que, con el poder de la música, entre todos podemos hacer un mundo mejor».

Suscríbete para seguir leyendo