El GEN-GOB confía en que el puerto de Sant Antoni no se abra de nuevo al tráfico de ferris

Los ecologistas señalan que "puertos y aeropuerto se tendrían que utilizar para reducir la entrada de pasajeros y poner en marcha el proceso de decrecimiento turístico que necesita la isla"

Estación martítima de Sant Antoni

Estación martítima de Sant Antoni / DI

Los ecologistas de GEN- GOB esperan que Ports de Balears no abra de nuevo al tráfico de ferris el puerto de Sant Antoni. La asociación ha señalado en un comunicado que “no hay duda que regular la llegada de pasajeros mediante los puertos y el aeropuerto es la mejor fórmula para evitar la masificación que sufre la isla e iniciar el proceso de decrecimiento turístico que necesitamos”.

En este sentido, desde el GEN han recordado que este año se espera una temporada que superará, una vez más, todos los récords. “Las compañías aéreas tienen programados 9,8 millones de asientos para este verano. No importa que se agoten recursos como el agua, que se colapsen infraestructuras como las depuradoras y se contamine el mar. Tampoco importa la enorme presión humana, la contaminación acústica, el estrés al cual nos veremos nuevamente sometidos y, en definitiva, la pérdida de la calidad de vida que sufriremos todos durante los meses próximos, ni las incidencias que todo ello pueda tener sobre nuestra salud”, han sentenciado. Los ecologistas afirman: “de continuar así provocaremos el colapso de la economía insular y no tendremos de qué vivir”.

Asimismo, critican que no teniendo bastante con el impacto ecológico y social que suponen ferris y cruceros para el puerto de Ibiza, ahora se intente reabrir el tráfico comercial de barcos al puerto de Sant Antoni.

"Una temeridad"

Recuerdan que los intentos de retomar la actividad en cuanto al transporte de pasajeros y mercancías, suspendida desde febrero de 2019, han estado siempre presentes: ya desde el año 2021 el puerto está abierto a embarcaciones de máximo 65 metros de eslora, que no llevan mercancías, y hace unas semanas se anunciaba la posible reapertura del tráfico de ferris.

En este sentido, desde el GEN-GOB destacan los efectos negativos, ambientales y sociales que supondría para la zona. “Reabrir el acceso a los ferris representaría una temeridad y podría generar auténticas situaciones de peligro en caso de producirse un accidente al puerto.

Los ecologistas enumeran algunas de las consecuencias: la posibilidad que la posidonia se vea afectada y el agua de la bahía empeore debid a que las turbinas de los ferris remueven la densa capa de barro residual que está depositada al fondo del puerto; los problemas que supone para las actividades deportivas de la escuela de vela y para los bañistas, a causa de las grandes oleadas que llegan a la bahía; los problemas de seguridad al puerto y las playas, así como el aumento de la llegada de vehículos”.

Por todo ello, piden a las administraciones que se evite esta reapertura.