Lluvia de caramelos en Sant Jordi

Cientos de personas han recibido con ilusión a los Reyes Magos en Sant Jordi cerca de las nueve de la noche a pesar de la lluvia, del frío y del viento.

Tras desfilar por el pueblo arrojando puñados de caramelos sin parar, ante el entusiasmo de pequeños y mayores, sus majestades han bajado de sus carrozas y han entrado en la iglesia, como es tradicional, para adorar al niño Jesús. Después han ido a la carpa, donde han repartido regalos sobre el escenario.

Melchor se ha dirigido a los niños en la carpa, donde estaba el Mago Albert como maestro de ceremonias, y ha explicado a los más pequeños que antes habían recorrido Cala de Bou y Sant Josep, y que han dejado a los camellos aparcados en ses Salines. El rey ha explicado a los fascinados niños que les esperaba una noche muy larga porque tenían que dejar regalos en infinidad de casas. Los asistentes han podido beber chocolate caliente.