Puerto de Ibiza | Turismo

El Ayuntamiento de Ibiza y la APB optan por regular antes que prohibir la escala de cruceros

El Ayuntamiento se decanta por «gestionar el flujo» de estos grandes buques para evitar que coincidan a la vez miles de turistas en es Botafoc

La llegada a la vez de varios cruceros ha provocado largas colas de turistas en es Botafoc en busca de un medio de transporte. | TONI ESCOBAR

La llegada a la vez de varios cruceros ha provocado largas colas de turistas en es Botafoc en busca de un medio de transporte. | TONI ESCOBAR / César Navarro/isaac vaquer

Controlar la llegada de turistas a través de grandes cruceros es una de las prioridades de las principales ciudades receptoras de esta actividad, especialmente Palma, donde se ha regulado el número de escalas por día, y Barcelona. Estas ciudades de vacaciones dejan en pocas horas a miles de personas en estos puntos turísticos, que no están preparados para asumir semejante aluvión. Los residentes palmesanos y barceloneses presionaron en su momento para limitar este boom turístico.

Ibiza no ha escapado a este movimiento. En el anterior mandato hubo un acuerdo con la Autoridad Portuaria (APB) para intentar evitar la coincidencia en Ibiza de más de dos cruceros al día en la programación anual. El actual equipo de gobierno municipal, presidido por Rafael Triguero (del PP), ya explicó en agosto del año pasado que mantenía la política de su antecesor en el cargo, el socialista Rafa Ruiz: «Creo que tenemos una capacidad máxima de dos cruceros en el puerto de Ibiza», dijo entonces Triguero, dando a entender que, en principio, no tiene intención de cambiar la línea que había iniciado la institución: la regulación de la llegada de cruceros al puerto de la capital teniendo en cuenta las infraestructuras existentes. Pero con matices.

El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, manifestó ayer tras la reunión con la APB que la gestión del flujo de cruceros había sido uno de los temas principales sobre la mesa.

Marí indicó que en la presente temporada están previstas 197 escalas de cruceros -el pasado año fueron 192-, y que el acuerdo entre las administraciones de la isla y la APB es que «no desembarquen más de 3.000 cruceristas a la vez» o, lo que es lo mismo, dos embarcaciones al mismo tiempo.

Mejorar el flujo

Meses antes, en enero de 2023, el Ayuntamiento, la Pimeef y la CAEB se reunieron para abordar «cómo gestionar mejor el flujo y la demanda de servicios que requiere la llegada de cruceros a Ibiza». Entonces, el alcalde Ruiz ya anunció que la Pimeef sería la encargada de elaborar un estudio de impacto económico de este tipo de turismo y que solicitaría al presidente del Consell, Vicent Marí, que se retomara la Mesa de Cruceros, que se creó precisamente para poner orden en la gestión de servicios y mantener un diálogo con los consignatarios.

Desde entonces, nada más se ha sabido de estas dos iniciativas.

Galería de imágenes de los cruceros llegados a Ibiza en la estación marítima de Botafoch

Crucero llegado a Ibiza en la estación marítima de Botafoch. / DI

Preguntados sobre los contactos que se han mantenido para coordinar el operativo, desde la APB se limitan a explicar, de manera sucinta: «Ya ha habido un par de reuniones técnicas para tratar la movilidad en el puerto». Nada más.

Menos parco en palabras que el organismo portuario se muestra el concejal de Ciudad Inteligente, Transporte público, Playas, Fondos y Proyectos Europeos, Rubén Sousa (que a su larga lista de responsabilidades suma el turismo de cruceros en el municipio). Explica que en el PP no tienen por costumbre prohibir. Y que por lo tanto han buscado otra solución antes que limitar la llegada de estos buques a los muelles de es Botafoc.

El concejal detalla que este verano llegarán dos y hasta tres buques durante la misma jornada, pero no a la vez: «Lo que hemos acordado con la APB es que los cruceros lleguen a horas diferentes, el mismo día, pero con horarios diferenciados para que cuando uno se vaya, llegue otro».

Sousa agradece la «colaboración y ayuda de la APB» a la hora de mover los horarios para evitar la saturación tanto del puerto como de la ciudad.

En esencia, y ante esa aversión a prohibir de los populares, se ha optado por gestionar, regular la actividad de este segmento turístico: «Este año seguirán viniendo los cruceros a Ibiza pero escalonados, porque nosotros nunca hemos sido partidarios de las limitaciones y así lo explicamos durante la pasada legislatura». «Pensamos», añade el concejal, «que es mejor gestionar el flujo [de cruceros hacia la ciudad] y creemos que este verano nos irá bien».

Sousa recuerda que durante la campaña de 2023 (las elecciones que les llevaron a Can Botino fueron en mayo), Ibiza superó los 10.000 cruceristas al día en varias jornadas «y no se produjo ningún problema porque teníamos listos todos los tipos de transporte, tanto el público del Consell con los autobuses y el bus del puerto [que une la estación marítima de Formentera con es Botafoc] de la Autoridad Portuaria».

El concejal insiste en que «se trata de gestionar» un producto turístico que no deja de crecer con unas infraestructuras limitadas, y siempre bajo la premisa de «intentar no prohibir nada, porque eso lo evitamos siempre que podemos».

Además, advierte de que «si limitas la llegada de cruceros», los consignatarios, sus propietarios, o las empresas que los gestionan, «puede quitar Ibiza de su programación de verano porque no pueden cuadrar sus estancias en otros puertos o porque les resulta imposible venir otros días. O vienen durante toda la temporada o sencillamente no vienen», alerta.

Prohibido prohibir

«Por eso pensamos que el tema de prohibir... Y encima sin tener ningún dato, simplemente por sensaciones, no es lo más sensato», insiste.

En cuanto a esta temporada, ya iniciada, destaca que por el momento no se han producido problemas logísticos de transporte en es Botafoc para el traslado de los cruceristas, y no los espera en los próximos meses. «No tienen por qué producirse», considera, porque «por muchos cruceristas que vengan, y algunos días llegarán más de 8.000, nunca lo harán de golpe sino de manera escalonada. Cuando unos se van llegan otros, por lo que no habrá problemas para cargar» clientes en los muelles que quieran desplazarse por la isla.

También recuerda que existe un servicio de City Boat que une diferentes puntos del interior del puerto y cuya gestión ha sacado a concurso la APB. «Para el crucerista, el City Boat es un servicio esencial», remarca Rubén Sousa.

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