Querella contra Vicent Marí y Carmen Ferrer por los malos olores del vertedero de Ibiza

La demanda aporta un estudio que constata que se superan los valores recomendables de amoníaco

Marí y Ferrer, por detrás de Armengol, durante la inauguración de la planta de triaje. | VICENT MARÍ

Marí y Ferrer, por detrás de Armengol, durante la inauguración de la planta de triaje. | VICENT MARÍ / eugenio rodríguez. eivissa

Los propietarios de una vivienda situada a 450 metros de Ca na Putxa han presentado una querella contra la UTE Giref, concesionaria del vertedero; el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, y la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, por la supuesta comisión de un delito ambiental continuado al «no adoptar las medidas oportunas para prevenir la emisión de los gases y malos olores que generan la planta de triaje y el tratamiento de residuos orgánicos».

El denunciante es el director gerente del Grupo Policlínica. La querella se basa en parte en los datos de un informe elaborado por una empresa especializada que ha analizado la contaminación atmosférica en diversos puntos del entorno de Ca na Putxa y en la entrada de los núcleos de Cala Llonga, Can Furnet, Roca Llisa y el acceso al club de golf. La recogida de datos se hizo entre el 28 de octubre del año pasado, cuando se instalaron los captadores, y el 9 de noviembre.

El informe concluye que se detectó amoníaco, un gas que emite «un olor muy fuerte y penetrante por la descomposición de materia orgánica». No existe un valor límite en el ambiente exterior, pero la legislación internacional alude a la convención de Ginebra para la conservación del medio ambiente, que recomienda no superar una concentración de entre dos y cuatro microgramos por metro cúbico para no afectar a especies vegetales como el brezo. En tres de los nueve puntos de medición se superó este parámetro, con un resultado de entre 5,1 y hasta 13 microgramos. En cambio, en las urbanizaciones los valores fueron muy inferiores.

Contrainforme del Seprona

También se registró sulfuro de hidrógeno, un gas que emite un olor parecido al de los huevos podridos, según especifica el informe. En una zona boscosa elevada se detectó la mayor concentración de este gas, con un total de 23,5 microgramos por metro cúbico. Sin embargo, se sitúa por debajo del valor límite que marca el Real Decreto 102/2011 relativo a la mejora de la calidad del aire, que es de 40 microgramos durante una media de 24 horas. En las urbanizaciones, los valores obtenidos fueron muy bajos , entre 0,5 y 1 microgramo.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, ha elaborado, a petición del juzgado, otro informe para contrastar el estudio que ha presentado el denunciante.

Hace unos días, vecinos del entorno de Ca na Putxa anunciaron la creación de una plataforma para reivindicar soluciones a los problemas de gestión del vertedero y las molestias por los malos olores.

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