El Ambiente

Cambio de gobierno de Sant Josep: Vox la lía en el gran día en que la política se mezcla con la Iglesia

El alcalde tiene que buscar consensos con las dos concejalas de la ultraderecha, que ni siquiera se ponen de acuerdo entre ellas en la primera votación del mandato

La derecha jura el cargo, salvo dos ‘ovejas descarriadas’, sobre la Biblia y con un crucifijo

Vicent Roig recibe la felicitación, entre lágrimas, de su padre Vicent.

Vicent Roig recibe la felicitación, entre lágrimas, de su padre Vicent. / JA RIERA

José Vicente Marí Bosó, el mandamás del PP de Ibiza, y ahora parece también que, con permiso de Marga Prohens, de Balears, bromeaba con que ayer le había tocado ir de boda. Lo decía, claro, por lo de llevar traje y corbata en pleno mes de junio. Tampoco era tan descabellado pensar en que en el Ayuntamiento había una ceremonia nupcial, entre civil y religiosa, al aparecer, por sorpresa, a la derecha del ejemplar de la Constitución, un crucifijo, prestado por el presidente en funciones del Consell de Ibiza, Vicent Marí, y una Biblia de la iglesia de enfrente.

Esta mezcla tan anacrónica de libros sagrados, a propuesta del alcalde, no se veía desde hace muchos años. Ni en la toma de posesión del último gobierno del difunto José Serra Escandell hace 20 años, la anterior en la que el PP recogía el bastón de mando sin moción de censura mediante, había una Biblia. Lo de la cruz no lo recordaba ayer ni siquiera el exalcalde y secretario general de la FSE-PSOE, Josep Marí Ribas, que empezó a pisar el Ayuntamiento como político hace cuatro décadas.

Vox la lía en el gran día en que la política se mezcla con la Iglesia

Vox la lía en el gran día en que la política se mezcla con la Iglesia / Eugenio Rodríguez

Como cabía esperar, ningún concejal de la izquierda rozó la Biblia para prometer el cargo público, incluso el representante de Ara Eivissa, Josep Antoni Prats, con los brazos detrás de la espalda, tampoco depositó ni una falange sobre la Constitución, al tiempo que prometía el cargo «por imperativo legal» y se refería a Felipe VI, al que garantizaba como toca su «lealtad», como «jefe de Estado», y no como «Rey».

Vox la lía en el gran día en que la política se mezcla con la Iglesia

Vox la lía en el gran día en que la política se mezcla con la Iglesia / Eugenio Rodríguez

El PP y Vox, bien con toda la palma de la mano o la puntita de los dedos, como en el caso del nuevo alcalde, Vicent Roig, optaron por la fórmula del juramento sobre el texto sagrado cristiano, el religioso. De hecho, en la chuleta bilingüe que había sobre una de las dos páginas abiertas de la Biblia con la fórmula para prometer o jurar el cargo sólo figuraba la opción B. Sin embargo, Vicent Torres y Marilina Serra se saltaron el guion de la derecha y optaron por «prometer» el cargo con su mano, además, sobre la Constitución.

VÍDEO: Así ha sido la toma de posesión de Vicent Roig como alcalde de Sant Josep

Eugenio Rodríguez

La mesa de edad la constituyeron Juan Cardona, como el concejal más veterano con 62 años, y Araceli Colomar, la portavoz de Vox, la mas joven de todos los ediles, con 38 años. Ella y su compañera, Raquel Ripoll, dieron la nota al no ponerse de acuerdo en el sentido del voto. Ripoll se sumó al resto de miembros de la oposición , excepto Prats, y optó por la abstención. Pese a que no cabía dar la opción a votar en contra de la proclamación de Roig como alcalde, según los socialistas, la secretaria dio la oportunidad a que Colomar y Prats lo hicieran. Este último se quedó con las ganas de votar distinto que Vox.

Tras constatar la divergencia del voto de Vox, lo que causó estupefacción entre el público que abarrotó la sala de plenos (se instaló una pantalla en la calle para seguir el acto ya que sólo tenían acceso al interior las autoridades y familiares), la secretaria, pensando que se podía haber producido un error, preguntó en voz baja a Colomar si era consciente de lo que había votado, y esta lo ratificó.

Posteriormente, al ser preguntada por lo que había pasado, Raquel Ripoll, incómoda, escurrió el bulto diciendo que no había podido hablar con su compañera de partido antes del inicio del acto y que, en todo caso, se le preguntara a Colomar, que, sin ningún pudor, dijo que se había «liado». La líder del PP balear, Marga Prohens, llegó tarde y se perdió el lío que montaron las ediles del partido de la ultraderecha que le exige gobernar en coalición la Comunitat Autònoma.

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