Medio Ambiente condiciona el crecimiento de la ciudad de Ibiza a la nueva depuradora y al ahorro de agua

La construcción de 1.820 viviendas se supedita a la reducción del 15% del consumo de agua con respecto a 2019

Vista de buena parte de la ciudad de Eivissa desde la montaña de Cas Mut. | VICENT MARÍ

Vista de buena parte de la ciudad de Eivissa desde la montaña de Cas Mut. | VICENT MARÍ / eugenio rodríguez. eivissa

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

La tramitación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ibiza, pendiente desde 2014, entra por fin en su recta final, pero las viviendas que se construyan en las zonas previstas de crecimiento no se podrán conectar a la red de saneamiento hasta que se ponga en marcha la nueva depuradora de sa Coma. Además, algo más de la mitad de las nuevas viviendas proyectadas (1.820) no se podrán ejecutar hasta que se logre una reducción del 15% de la demanda de agua con respecto a las cifras de consumo de 2019 (701.225 metros cúbicos). Tampoco podrá desarrollarse ni una sola plaza turística más en el municipio y así debe reflejarse en el contenido de la normativa del nuevo planeamiento urbanístico.

Así lo aprobó este jueves la Comisión de Medio Ambiente de Balears, que, a petición del Ayuntamiento, modifica la declaración ambiental estratégica del PGOU y elimina la prohibición de nuevos crecimientos por falta de agua. Se cambia este punto por las tres condiciones apuntadas sobre la conexión a la nueva depuradora, el ahorro del 15% de agua con respecto a 2019 y la imposibilidad de aumentar las plazas turísticas.

Tramitación pendiente

Ahora, el Ayuntamiento puede llevar a pleno la aprobación provisional del nuevo planeamiento, aunque con estas condiciones, y elevarlo al Consell de Ibiza para que cierre el proceso con la aprobación definitiva. Previamente, el Consell debe remitir el PGOU a la Demarcación de Costas, cuyo informe es preceptivo y vinculante.

El tiempo apremia porque, según ha podido saber este diario, en julio caduca la declaración ambiental estratégica en el caso de que no se haya logrado antes la aprobación definitiva del PGOU. En ese caso, Vila debería tramitar de nuevo la evaluación ambiental.

Al margen de la cuestión del agua, los servicios técnicos del Consell trabajan en la subsanación de otras deficiencias del nuevo PGOU, como algunos suelos urbanos directos que no cumplen la actual definición de la ley de Urbanismo o el incumplimiento del plan director sectorial de Carreteras, entre otras cuestiones, que, en todo caso, no deben ser un impedimento para que se pueda aprobar el nuevo planeamiento.

Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento de Ibiza aprobó provisionalmente el nuevo PGOU el 9 de abril de 2018, pero el Consell, entonces gobernado por la izquierda, devolvió el expediente al Consistorio para que primero resolviera el problema de la falta de agua. Además, desde abril de 2019, al no haber podido completar la aprobación del nuevo PGOU, el urbanismo de Vila se rige por los parámetros del planeamiento de 1987, que está completamente desfasado.

Regularización de cinco pozos

Tal como publicó este diario hace unos meses, la dirección general de Recursos Hídricos otorgó al Consistorio la concesión con la que se regularizó la extracción de cinco pozos de agua. Superado este trámite, con el que, en principio, según el informe favorable de la dirección general de Recursos Hídricos, se garantizaban ya suficiente caudal de agua para abastecer a las nuevas zonas de crecimiento de Vila, el equipo de gobierno pidió el pasado 2 febrero a la Comisión de Medio Ambiente de Balears la modificación de la declaración ambiental estratégica para levantar la prohibición sobre las nuevas áreas de desarrollo.

La Comisión de Medio Ambiente ha incluido la condición de que las zonas de nuevo crecimiento no se pueden conectar a la red de saneamiento hasta que se ponga en marcha la nueva depuradora de Sa Coma porque la empresa pública Abaqua ya advirtió, en su informe de agosto de 2018, de que la planta actual no tiene capacidad suficiente para gestionar las aguas residuales asociadas al crecimiento de población previsto en Vila, y no se tuvo en cuenta.

La depuradora: agosto de 2024

Abaqua ha informado a la Comisión de Medio Ambiente de que se prevé que en febrero de 2024 finalicen las obras de la nueva depuradora, pero luego habrá que sumar un plazo de seis meses para su puesta en marcha y la entrega de las obras al Ministerio de Transición Ecológica (agosto de 2024).

El nuevo PGOU prevé dos fases de crecimiento hasta el año 2032. La primera de ellas proyecta la construcción de 1.412 viviendas y la segunda, de 1.820. Ninguna se podrá conectar a la planta depuradora actual, pero, además, el desarrollo de la segunda fase queda supeditado a que se reduzca el consumo de agua un 15%.

Las Unidades de Actuación de es Pratet (345 viviendas), Can Cantó (290), Cas Mut (53), Besora (25), Can Sant (185) y el sector oeste de las VPO de Ca n’Escandell (354), entre otras, se encuentran en la segunda fase. En cambio, en la fase I, sólo afectadas por la condición de la depuradora, se encuentran las Unidades de Actuación de es Pratet (122) o la de sa Joveria (221), entre otras. Algunas ya están construidas y habitadas, como las promociones de VPO de Platja d’en Bossa.

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