Día de Baleares en Ibiza: Menorca, esa isla tan cercana y tan alejada

El aniversario del Estatuto de Autonomía en Eivissa es un acto meramente institucional que logra reunir a varios centenares de personas gracias al reclamo de la paella popular y de exhibiciones folclóricas. En las dos últimas ediciones en el hipódromo de Sant Rafel, el público ha podido disfrutar con la doma menorquina del Club Hípico sa Creueta, la única representación del resto de islas.

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Aunque no pronunció el nombre de la isla, Menorca estuvo plenamente presente en la reivindicación del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, para que la mayor de las Pitiusas tuviera la presentación que le corresponde en el Parlament balear como segunda isla más poblada. Esta petición lleva implícita la comparación con Menorca, que cuenta con 13 diputados, frente a los 12 de Ibiza.

Aritméticamente, la discriminación se traduce en que los menorquines cuentan con un representante parlamentario por cada 7.432 habitantes, frente a una media de 12.326 ibicencos por cada diputado de su isla.

Aunque la diferencia es evidente, en esta reclamación siempre se deja de lado que, aunque solo sea por una vez, la isla que realmente queda marginada es Mallorca: su media es de un representante autonómico por cada 27.998 habitantes. En el caso de Formentera, también resultan perjudicados con respeto a Menorca, ya que cuentan con una media prácticamente idéntica a la ibicenca, con un diputado para un censo de 12.216 personas.

La odisea

Vicent Marí sí que se refirió a Menorca para agradecer la presencia del Club Hípico sa Creueta, de es Migjorn Gran, invitados a Sant Rafel para deleitar al público con un espectáculo de doma menorquina. Concretamente, el presidente del Consell valoraba la odisea de casi tres días a la que tuvieron que hacer frente los jinetes para llegar a Ibiza.

Los jinetes menorquines han tenido que invertir casi tres días para llegar a Ibiza

Estos jinetes ya han ofrecido varias exhibiciones en Vila, Santa Eulàriay también en Sant Rafel en los últimos años. Trasladarse a Ibiza no es nada fácil para ellos, más aún con los caballos. De hecho, la mayoría de las veces, les resulta más fácil hacer escala en la Península antes que en Mallorca, convirtiéndose en una parábola involuntaria sobre la balearidad.

«Normalmente, partiríamos del puerto de Ciutadella hasta Alcúdia, para atravesar toda Mallorca hasta Palma y embarcar a Ibiza», recordó Josefa Riudavets, del Club Hípico sa Creueta. El problema para combinar esta ruta es que necesitan encontrar unas cuadras para que los caballos pernocten, además de los jinetes.

En cambio, disponen de mejores conexiones para embarcarse hasta Barcelona y de allí al puerto de Vila. Esta es la ruta que iban a repetir este lunes para llegar el martes por la mañana a Ibiza y ofrecer al día siguiente su espectáculo en el hipódromo de Sant Rafel. Pero se toparon con la borrasca Juliette y un ferri más pequeño del programado en Barcelona, que no era apto para los animales con mala mar.

«Optamos por dejar a los caballos un día y toda la noche en cuadras para que descansaran, porque no podían quedarse en los camiones», detallaba el presidente del club, Cristóbal Camps.

Finalmente, el martes optaron por desplazarse a Valencia, tomar el ferri por la noche y llegar a Ibiza a las cuatro de la madrugada de ayer, pocas horas antes de su exhibición. «Parece que estamos muy cerca entre las islas, pero la verdad es que también estamos bastante alejados», concluyó Camps.

Suscríbete para seguir leyendo