Los vecinos atribuyen el cierre del bar del centro social de Sant Rafel a la «dejadez» de Sant Antoni

El pasado 17 de diciembre el bar del centro social de Sant Rafel celebró su particular closing party. Pero no era como las de las discotecas, con la celebración de una despedida hasta el año siguiente. El sentimiento de los asistentes era de impotencia frente al cierre de un espacio que utilizan las asociaciones de Sant Rafel y que da servicio a la Unidad Básica del pueblo y acceso a los buzones de los apartados de correos.

La asociación de vecinos (AAVV) de esta parroquia critica el «abandono» de la instalación y expresa su «desencanto» ante la desidia municipal, que ha provocado, según explican, que este espacio de dinamización para la parroquia se quede sin el servicio de bar que daba vida al centro social.

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Según explica el presidente de la asociación, Vicent Riera, la cesión administrativa que tenían con el Ayuntamiento caducó sin que el Consistorio la renovara. Entonces Sant Antoni les presentó un nuevo documento. En él se hizo una revisión de horarios y de cobertura a petición de las asociaciones del pueblo que Riera indica que la persona que se encargaba no puede asumir, «porque le haría falta contratar más personal después de dos años difíciles en los que hizo una inversión importante y sufrió además los efectos de la pandemia».

Desde la asociación se solicitó que se modificasen esas condiciones si se quería renovar con ellos la cesión, dado que estaban satisfechos con cómo había desarrollado la actividad estos años la persona que lo gestionaba, pero no hubo entendimiento.

También se pidió que se hiciese una prórroga excepcional, considerando los meses de cierre que había provocado la pandemia, algo que también rechazó el Consistorio.

Finalmente, vecinos y Ayuntamiento acordaron el pasado mes de julio que, mientras se trabajaba en una licitación del servicio, la persona que se hacía cargo del bar siguiera hasta dar el relevo y los vecinos pidieron que este fuera a final de año, algo que Riera asegura que aceptó el Ayuntamiento.

Sin respuesta

El presidente de los vecinos critica que, a lo largo de estos meses, la concejala de la parroquia, Eva Prats, no respondió a ninguno de sus mensajes preguntando por los avances en el proceso. Sin respuesta y sin saber qué pasaría con el bar del centro social, se informó al Ayuntamiento de que el 31 de diciembre entregarían las llaves.

«Ahora nos encontramos en la situación que precisamente buscábamos evitar, el bar cierra y no sabemos quién ni cuándo retomará la actividad».

También se muestra crítico con el alcalde, Marcos Serra, que en su última visita a Sant Rafel en la que se presentaron los cambios de tráfico, dijo que el bar cierra porque la persona que lo lleva se va porque quiere. «Ella tiene unos trabajadores y cierra ahora con el año fiscal. Lógicamente no va a mantener un negocio hasta primavera para cerrarlo precisamente cuando empieza la temporada», defiende el presidente de la asociación.

Vicent Riera indica que la actividad del bar es esencial como punto de encuentro para las asociaciones del pueblo y como espacio de dinamización social. Es por ello que teme que un parón prolongado pueda desembocar en el descenso de una actividad social que había reavivado precisamente el hecho de contar con el espacio del bar.

«Ya no es el bar en sí, es tener a alguien que cuide el local para que la gente esté a gusto cuando haya algún evento y disponer de esa instalación para cualquier actividad social que siempre da vida a la zona», agrega.

Para el presidente de los vecinos, la culpa de haber llegado a esta situación es de la concejala de zona, por la falta de comunicación que ha impedido buscar una alternativa. «Creo que es la primera vez que se ha dado este silencio como respuesta hacia la asociación. Sabemos que tiene otras responsabilidades, pero no le hicimos preguntas complicadas y tuvo tiempo para mirarlo», lamenta.

En una reunión en diciembre, el Ayuntamiento le ofreció de nuevo a la asociación la gestión de este bar. «Tendremos que estudiar las condiciones», explica Riera, dado que considera que las nuevas condiciones que fija el Ayuntamiento no son fáciles de cumplir y además «es difícil encontrar al perfil de persona que tenga esa doble vertiente social y de negocio»

La versión municipal

Desde el Ayuntamiento de Sant Antoni explican que su intención ha sido siempre que el bar continuara abierto y gestionado por la asociación hasta sacar el concurso público. «En ningún momento el Ayuntamiento puso una fecha de cierre ni se les comunicó formalmente que debían cerrar el establecimiento, únicamente se comunicó que, una vez adjudicado el concurso, se establecían 15 días para hacer el cambio, pero la asociación de vecinos decidió cerrar el pasado 17 de diciembre», detallan.

Aseguran que en todo momento, la concejala de zona de Sant Rafel, Eva Prats, ha estado en contacto continuo con los vecinos (el presidente de la asociación indica que fue hace pocos días cuando recibió respuesta tras meses de silencio) para buscar la solución que más se ajustara a las necesidades de todas las asociaciones de la localidad.

El Consistorio afirma que ha mantenido reuniones con la Asociación de Mayores de Sant Rafel, sa Colla de Ball Pagès de Sant Rafel, la Apima del colegio Sant Rafel y el club de fútbol de Sant Rafel para explicar la actual situación y, en estos momentos, se siguen manteniendo conversaciones con las diferentes asociaciones para ver si alguna está interesada en gestionar el bar.

Desde el Ayuntamiento expresan su deseo de que el bar esté gestionado a través de alguna asociación de Sant Rafel y que se pueda abrir cuanto antes. Además, también agradecen a la Asociación de Vecinos de Sant Rafel «la dedicación y el compromiso» que han mostrado a lo largo de estos años en la gestión del bar del centro social.

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