Una gran mancha oscura en el agua de Cala Tarida provoca las quejas de los bañistas

El Ayuntamiento de Sant Josep y la conselleria balear de Medio Ambiente niegan que se haya producido un vertido de fecales y atribuyen el mal aspecto del agua a la acumulación de algas

Imagen de la mancha que apareció en Cala Tarida el pasado sábado.

Imagen de la mancha que apareció en Cala Tarida el pasado sábado. / Mar Carretero.

David Ventura

David Ventura

El mal aspecto del agua en Cala Tarida ha vuelto a generar polémica y quejas entre los bañistas. Así, el pasado sábado por la tarde, una mancha de color marrón se extendió hacia la zona de baños desde los acantilados de la vertiente sur de la playa, acumulándose en algunos rincones hasta adquirir un intenso color verdoso, casi como de papilla de verduras.

Una de las bañistas que comprobó el fenómeno en primera persona fue Mar Carretero, vecina de Sant Antoni, quien estaba en esa zona a las cuatro de la tarde: «Vi cómo cerca de la costa surgía una mancha oscura que iba avanzando hacia donde la gente se estaba bañando», comenta. Carretero asegura que la mancha «olía mal» por lo que supone que «se trataba de un vertido de fecales». Desde el Ayuntamiento de Sant Josep confirman también que el pasado sábado recibieron llamadas de ciudadanos que alertaban de un vertido en esa zona.

La hipótesis del vertido ha sido negada tajantemente tanto desde el Govern balear como por parte del Ayuntamiento de Sant Josep. Así, la conselleria balear de Medio Ambiente ha informado a Diario de Ibiza de que no se ha producido ningún vertido de fecales desde la depuradora de Cala Tarida, que gestiona Abaqua: «Nos confirman que no consta ninguna incidencia relacionada con vertidos de la EDAR [Estación Depuradora de Aguas Residuales», y comenta que «nuestros técnicos en Ibiza consideran que se podría tratar de algunas algas que se acumulan en las calas de esta zona y que habrían tomado este color a causa de las altas temperaturas». Explican también que, en el caso de que se hubiera producido un vertido de la depuradora, jamás habría sido por aquel punto.

Imagen de la mancha que apareció en Cala Tarida el pasado sábado. | MAR CARRETERO

Imagen de la mancha que apareció en Cala Tarida el pasado sábado. | MAR CARRETERO / david ventura. sant josep

Una explicación que completa el Ayuntamiento de Sant Josep. Según asegura un portavoz del Consistorio a Diario de Ibiza, el color parecido a las aguas fecales es debido a la mezcla de las algas en suspensión con la arena. Este fenómeno sería una consecuencia del sistema de bombeo de agua que se instaló en esta playa para refrigerar las aguas y, precisamente, evitar que se produzca una papilla de algas: «Cuando el sistema se pone en funcionamiento, expulsa también la arena que se ha acumulado dentro de los conductos durante las horas que no ha estado en marcha». Esto provocaría que, al contener este material en suspensión, el agua adquiera una tonalidad oscura.

Desde el Consistorio se recuerda también que en Cala Tarida hace años que existe este sistema de bombeo y recirculación del agua e insisten también en que no se ha registrado la presencia de aguas fecales en esta playa durante el pasado fin de semana.

‘Alexandrium taylori’

La microalga presente en Cala Tarida es la Alexandrium taylori, una vieja conocida de las costas de Sant Josep. Esta microalga, invisible a simple vista, cuando dispone de las condiciones adecuadas -especialmente, cuando el agua supera los 25 grados de temperatura- se reproduce descontroladamente. Erradicar este organismo es complicado, ya que tiene un ciclo de migración diario: durante las horas de luz aflora a la superficie y por la noche regresa al fondo marino, lo que impide la pérdida de estos organismos en mar abierto.

Para combatir la presencia de esta alga, en Cala Tarida y también en Cala Vedella se han instalado una bombas y conducciones para refrigerar el agua de la playa y ponerle las cosas un poco más complicadas a la Alexandrium taylori. Según explicó el Ayuntamiento de Sant Josep cuando se impulsó esta iniciativa, en Cala Tarida, al ser una playa abierta, fue necesario instalar cuatro de estas bombas, que se ubicaron en la periferia de la zona de baño. En Cala Vedella, que es una playa más cerrada, hay dos bombas más instaladas a iniciativa de los vecinos y comerciantes de la zona.

Este año estaba previsto ubicar otra bomba de estas mismas características en Port des Torrent e incluso se aprobó un proyecto presupuestado en 95.000 euros. Sin embargo, la crisis de suministros disparó los costes de la obra y la instalación se ha aparcado momentáneamente.

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