Los desalojados amenazan con okupar otra casa en Ibiza tras «destartalar» la de Sant Mateu

El Ayuntamiento de Sant Antoni lamenta el «mal estado» en el que ha quedado la vivienda de su propiedad

Momento en el que abandonan la casa

Momento en el que abandonan la casa / D. I.

Noemí Martínez

Noemí Martínez

Poco antes de las once de la mañana salía de la vivienda Can Miquel den Pareta (Sant Mateu) la pareja de okupas. Abandonaron el inmueble sin provocar ningún incidente y cargando, únicamente, un par de mochilas, una silla infantil y una cuna. Mientras bajaban la pequeña cuesta de acceso al inmueble, la mujer se tapó la cara para evitar que se la reconociera. El hombre, por su parte, se acercó a los medios de comunicación a denunciar la situación en la que asegura que se encuentra: «Nadie nos ha traído un papel diciendo que nos iban a desalojar», dijo Juan Bautista, a pesar de que han recibido avisos oficiales de desalojo.

Asimismo, argumentó que el contrato que presentó a la Policía para justificar su estancia en la vivienda era real, aunque se haya demostrado que el propietario no existe. «Yo no la okupé. Tenía mi contrato de alquiler y fui estafado. Puse una denuncia y todo», relató. «Se la alquilé a un chico que no era el propietario por 1.200 euros al mes y pagué seis meses de golpe», prosiguió mientras criticó al Consistorio, a quien acusó de «hacerlo malamente» y echarles a la calle con sus dos hijos, de tres y seis años (que en el momento del desalojo, según dijo, estaban en el colegio).

A la pregunta sobre dónde iban a dormir ayer por la noche tras quedarse en la calle, respondió: «Pues abriremos una casa y la okuparemos de verdad», aún reconoció que tiene familia en la isla. También indicó que su pareja trabaja actualmente y que él empezará en los próximos días.

«La casa está destartalada»

El Ayuntamiento de Sant Antoni tiene constancia de que en la casa han vivido «numerosas personas», incluso más de las tres familias que indicó ayer Moreno. Lo sabe por el estado en el que ha quedado el inmueble. «Está en bastante mal estado; la casa está destartalada con muebles rotos y con bloques de obra que tienen puertas encima haciendo de camas con un colchón de espuma», contó la concejala de Gobernación, Neus Mateu. «Solo viendo eso te das cuenta de que en esas habitaciones ha vivido mucha gente», añadió.

Por suerte, dijo, consiguieron cerrar los almacenes que tiene la vivienda, en los que el propietario guardaba tractores y material del campo. «Habíamos puesto una alarma antes de que okuparan la casa, pero es verdad que ha saltado muchas veces», reconoció la concejala. Mateu también recordó que, tras varias peticiones, consiguieron que Endesa cortara «oficialmente» la luz. «Por eso luego se han dedicado a engancharse a los vecinos», lamentó. Ante esta situación, desde el Ayuntamiento instaron a los vecinos a denunciar los hechos ante la Guardia Civil.

De momento, el Consistorio no sabe a qué dedicará el inmueble porque «tenemos solicitudes de colectivos y, además, cada concejalía lo quiere para una cosa.

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