Solidaridad

El salto de acantilado de Papá Noel en Ibiza

Amantes de los deportes extremos se lanzan al mar desde nueve metros de altura en Cap Martinet para dar la bienvenida a la Navidad y contribuir a una buena causa

Maite Alvite

Maite Alvite

Un grupo de valientes ataviados con trajes y gorros de Papá Noel se lanzaron ayer desde los acantilados de Cap Martinet a las gélidas aguas del Mediterráneo para dar la bienvenida a la Navidad con una buena inyección de adrenalina y de paso contribuir a una buena causa. La iniciativa solidaria partió de Rockid Ibiza Outdoor y de su marca Ibiza Cliff Diving. «Hace ya algunos años que organizamos ‘Christmas Jumps', el primero fue en 2013 y el último en 2018. Lo que queremos es que la gente pueda disfrutar de esta experiencia de liberación en una zona segura. En el salto de acantilado, aunque se hagan figuras en el aire, se entra siempre de pie en el agua. Lo más difícil es hacer frente a la sensación de tirarse al vacío y entrar en el mar», explicó Ismael Madrigal, fundador de esta empresa de actividades al aire libre, poco antes de saltar al agua.

Papá Noel se apunta al salto de acantilado en Cap Martinet

Los participantes posan ataviados con gorros y trajes de Papá Noel. / Vicent Marí

Más de una decena de personas de diferentes nacionalidades acudieron a la convocatoria e hicieron un donativo para Ibiza Food Bank. No todos se atrevieron al saltar, solo ocho. Para algunos de ellos, como Iván, un holandés de vacaciones en Ibiza, fue su primer salto de acantilado. «Para mí es el segundo, estuve también en el 'Christmas Jump' de 2018. En Ibiza hay mucho más que fiesta. La naturaleza es increíble y hay muchas actividades deportivas al aire libre», comentó su amigo Abraham, aficionado a los deportes de aventura, especialmente a la escalada. A la cita de Ibiza Cliff Diving en Punta Roja acudieron también Mira y Bas, una pareja de jóvenes holandeses que llevan residiendo en Ibiza desde octubre. Mira, aunque se había llevado el biquini por si reunía el valor para saltar, finalmente prefirió contemplar la escena desde un lugar seguro y aplaudir al final a los más lanzados, entre ellos Bas, que fue el único, junto a Pep, que se tiró al agua sin traje de neopreno.

Papá Noel se apunta al salto de acantilado en Cap Martinet

Los saltadores, tras zambullirse en el mar. / Vicent Marí

Adrián, instructor en Rockid Ibiza Outdoor, se encargó de los preparativos y Zvjezdana Lastre de grabar la gesta.

Antes de lanzarse al agua, los participantes se calzaron escarpines, se colocaron algunas prendas navideñas e hicieron un breve calentamiento. Después de asegurarse de que no hubiera medusas y de avistar a un par de delfines, Madrigal les indicó el lugar desde donde efectuarían el salto, casi a nueve metros de altura. Todo fue muy rápido, tras unas breves instrucciones y unos instantes de concentración, los ocho se lanzaron «a la de tres» al mar. A algunos les gustó tanto la experiencia que decidieron repetir una segunda vez, como Iván, un portugués afincado en Ibiza, y Luca, su amigo italiano, que saltó en tres ocasiones, la última para grabar desde el agua con una cámara el salto con flip que hizo Madrigal desde una altura de diez metros. «Me esperaba que el agua estuviera menos fría, pero repetiría encantado», aseguró después de su primer salto Luca.

Madrigal concluyó la demostración con un espectacular salto en solitario desde catorce metros de altura en una zona de Cap Martinet que los aficionados al cliff jumping han bautizado como Acapulco. Para rematar la celebración y entrar en calor los asistentes disfrutaron de un aperitivo con vino caliente. «Recogeremos todo, también la basura que encontremos, porque esta actividad es muy respetuosa con el medio ambiente», remarcó Madrigal.

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