«Seguramente se trató de un fallo humano, pero de momento no se puede establecer de forma categórica», señaló ayer a esta redacción el capitán marítimo de las Pitiüses, Luis Gascón. Capitanía Marítima, como autoridad en este asunto, «ha iniciado la recopilación de datos e información para luego sacar conclusiones» definitivas sobre lo sucedido, comentó. De esas conclusiones oficiales informará la Comisión de Investigación de Accidentes, un órgano que depende del Ministerio de Fomento. Va para largo.

Gascón se mostró satisfecho porque «ha salido bien toda la operación de reflotamiento» del 'Pinar del Río', en la que intervino el remolcador 'R Claudia', de 24 metros de eslora, 10 de manga y una potencia de casi 4.000 caballos de vapor.

Ayer por la tarde, el capitán marítimo se disponía a autorizar la partida del buque hacia el astillero de Algeciras donde será reparado. A su juicio, nada impide que el capitán del catamarán de Baleària siga al mando.

Ninguno de los pasajeros entrevistados ayer por esta redacción notó el momento en que el catamarán encalló junto al espigón de entrada al puerto de Sant Antoni, por lo que probablemente no iba a mucha velocidad. Ana Navarro, una pasajera, asegura que una pequeña embarcación obstaculizaba la entrada en el puerto, ante lo que el ferri hizo señales sonoras de advertencia.

Encallamiento suave

Carlo y Cari, que viajaban en el lado de babor con Mateo, su hijo, de sólo un año de edad, tampoco notaron el impacto. De hecho, no supieron lo que ocurría hasta pasado mucho tiempo: «El capitán no informó por megafonía de l0 que había sucedido hasta dos horas después del accidente», criticó Carlo. Venían a Ibiza de vacaciones: de los cuatro días de estancia, ya han perdido dos.

La mayoría de los 175 pasajeros reclamaban ayer en el mostrador de Baleària en el puerto de Sant Antoni los gastos ocasionados, como Mariela, que vino de Lepe (Huelva) y no tuvo más remedio que alquilar un coche. Tampoco notó el choque.