La isla se entrega a la Super Flower

Una de las fiestas más esperadas del invierno, la Super Flower de Sant Antoni, volvió a llenar la localidad de luz, alegría, color... y música, ¡mucha música! Desde el arranque de la fiesta en su versión infantil hasta el fin de la de los mayores, el público demostró ganas de bailar y divertirse a ritmo de los mejores éxitos de los años 60 y 70.

La fiesta se celebró en la zona de las casetas que se instalaron por Navidad, que aportaron un ambiente genial ya que estaban decoradas para la ocasión. Además, sus ocupantes también decidieron caracterizarse al estilo Flower, por lo que el resultado fue redondo.

Este año, la Super Flower se adelantó una hora respecto a otros años. ¿La parte positiva? La fiesta comenzó antes, con la actuación de The Groovy Brothers sobre el escenario en torno a las ocho de la tarde. ¿Lo negativo? Las luces se apagaron a las dos de la madrugada, sorprendiendo a muchos asistentes y dejando a parte del público con ganas de seguir bailando.

Quienes marcaron el ritmo fueron los DJ Javi Box y Jordi Cardona, que movieron y removieron a los asistentes con sus sets que partieron de los años 60 y acabaron «con temas incluso actuales pero con reminiscencias de la época hippy», según el propio Javi Box, quien afirmó que este año incluyeron en el repertorio «gran cantidad de canciones no habituales, sin dejar de pinchar los grandes clásicos de las Flower». Todo esto sobre un escenario espectacular, con grandes pantallas LED, sobre el que las bailarinas de Eividance no pararon de moverse en toda la noche.

Quien no pudo asistir en esta ocasión fue DJ Pharma, por motivos personales, pero los dj protagonistas se encargaron de mantener el nivel de este clásico del invierno donde el público volvió a desempolvar las pelucas afro, diademas de margaritas, enormes gafas de sol y demás complementos para la ocasión. Incluso algunos sacaron sus trajes más camaleónicos para la Super Flower.

Un año más, la fiesta se celebró al aire libre, sin la carpa (que se quemó en febrero de 2022). «Con la carpa no había problema si hacía frío y el sonido debía molestar mucho menos a los vecinos. También es cierto que el ambiente a veces se hacía algo claustrofóbico y la movilidad no era tan cómoda como es ahora», explica Javi Box, todo un icono de la Super Flower. Por suerte, el tiempo acompañó y la temperatura fue agradable durante la noche.