Especial Fiestas de Sant Bartomeu

Marcos Serra, alcalde de Sant Antoni: «Es una alegría ver a la gente disfrutar como si nada hubiera ocurrido»

El alcalde destaca el concierto de Ressonadors de esta noche, el concierto de la ‘portmanyina’ Irene Ponce y la actuación de Niña Pastori en el festival Brisa Flamenca, e invita a residentes y visitantes a participar en todos los actos de las fiestas

Marcos Serra celebra las últimas fiestas de Sant Bartomeu de la legislatura. | J.A. RIERA

Marcos Serra celebra las últimas fiestas de Sant Bartomeu de la legislatura. | J.A. RIERA / diana blesa. eivissa

Diana Blesa

Diana Blesa

Con la satisfacción de recuperar actos tan emblemáticos como los fuegos artificiales o la batalla de cartagineses y romanos, entre muchos otros, Marcos Serra celebra la vuelta a la normalidad en las fiestas de Sant Bartomeu. En un verano en el que el turismo ha vuelto a ser más parecido «al que estábamos acostumbrados» antes de la pandemia, el alcalde afirma que la reconversión de los hoteles es clave para mejorar la calidad de los visitantes que llegan a Portmany. Un cambio que se irá notando«poco a poco».

En las últimas fiestas de Sant Bartomeu de la legislatura, Marcos Serra está encantado de ver a niños, jóvenes y mayores disfrutar de las actividades cuando pasea por las calles de Sant Antoni.

El alcalde confía en el cambio de modelo turístico. | J.A. RIERA

El alcalde confía en el cambio de modelo turístico. | J.A. RIERA /

Volvemos a celebrar Sant Bartomeu y, como ya está ocurriendo en otras fiestas patronales, se recuperan los actos pausados durante dos años, ¿qué supone para usted?

La vuelta a la normalidad es muy significativa. Festejamos Sant Bartomeu el primer año de legislatura y ahora el último, tras los dos años de pandemia por en medio en el que las fiestas se celebraron de forma muy restringida, con pocos actos o casi ninguno. Así que nos da ilusión ver a la gente en las calles y en los actos que celebramos. En el paseo de las fuentes están todos los puestos de los feriantes, y cada tarde veo a los niños y sus familias divertirse y me da mucha satisfacción.

La vuelta a la vida, el ambiente en las calles, vale más ahora que nunca.

Sí, por ejemplo poder recuperar conciertos como el de La Movida, que hicimos en 2019 en s’Arenal y fue un éxito, es una alegría. Es una alegría ver a la gente divertirse y pasarlo bien como si nada hubiera ocurrido.

Otro de los momentos más esperados son los fuegos artificiales.

Sí, en los dos últimos años se acordó a nivel insular que no se realizaran para evitar tanta masificación de gente. Por lo tanto, que este año se puedan volver a celebrar es un síntoma de normalidad total. Además, el día de los fuegos es el gran día de Sant Antoni, de Sant Bartomeu, en el que ves todos los restaurantes llenos de gente cenando esperando la llegada de los fuegos. Se crea un ambiente muy bonito en Sant Antoni.

« El turismo está mejorando poco a poco en Sant Antoni con la reconversión de los hoteles»

La batalla de cartagineses y romanos es otro de los emblemas de Sant Bartomeu, ¿por qué recomendaría a la gente sumarse a esta fiesta?

Es una fiesta que recuerdo con especial cariño. Hay gente mayor y gente joven, con la llegada de algunos en barco, en la playa... Los turistas que nos visitan y no conocen la celebración se quedan atónitos mirando el espectáculo. Lo recomendaría porque es muy divertido: haces una batalla de tomates muy sana que siempre acaba con la firma de la paz. Los niños y no tan niños se preparan sus indumentarias, con sus buenos escudos, muy importante para no recibir un tomatazo, y se lo pasan en grande. Lo recuerdo con especial cariño.

¿Qué otros actos destacaría este año?

La Movida, como he comentado antes, que ya se celebró, y este año tenemos un concierto especial de Irene Ponce, una portmanyina que dejó asombrado al jurado en Idol Kids. Destacaría también el concierto de Ressonadors, que actúan el día grande, y el colofón de las fiestas con Niña Pastori en el festival Brisa Flamenca.

Más allá de las fiestas, esta vuelta a la normalidad ha supuesto una llegada masiva de turistas, ¿cómo está viviendo Sant Antoni esta temporada?

Bien, con mucha gente. Después de dos años sin viajar, se nota que había muchas ganas y hay mucha gente por todos lados. Los restaurantes y los hoteles han tenido muy buena ocupación. Una temporada diferente de la pasada, cuando hubo menos gente pero un turismo diferente. Este año hemos vuelto más a lo que estábamos acostumbrados.

¿Hemos vuelto a ver la dificultad del cambio de modelo, que en los dos años previos parecía más fácil de alcanzar?

El turismo está mejorando poco a poco. Ha bajado el turismo británico pero ha aumentado el belga y el holandés. La llegada de los nuevos hoteles de cinco estrellas y la subida de categoría de muchos de los hostales que hay en el casco urbano se ha notado una mejora que con los años se irá notando cada vez más en cuanto a la calidad del turismo. Es un trabajo lento: algo tan asentado, de tantos años, es difícil cambiarlo de un año para otro, por no decir imposible. Pero estoy contento porque ya tenemos dos hoteles de cinco estrellas cerca del centro, seguramente empezarán las obras de otro que podría abrir el año que viene o el siguiente... No hace falta que todo sea de cinco estrellas pero sí tener más variedad de lo que había. Ahora hay más hoteles de tres y cuatro estrellas, antes eran todos de categorías más bajas y atraían un turismo de poca calidad.

¿Se aprecia este cambio?

Poco a poco se va notando. En las zonas de ocio se ve que hay menos gente, y en cambio en los restaurantes están más llenos. Es un cambio difícil que creo que lograremos en unos años.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta el municipio en estos momentos?

En verano, la masificación con la llegada de tantos turistas, que provoca molestias a vecinos. Hay que incrementar la limpieza y la seguridad e intentar la convivencia pacífica entre vecinos y turistas. El turismo en sí acarrea mucho trabajo.

¿Qué se espera para el invierno?

Se habla mucho de la inflación, de la subida de los carburantes, de la subida del euríbor... Se habla de que puede haber una crisis a nivel general, y aunque la temporada ha sido buena, hay que ser precavidos y guardar por si llegan inviernos duros. El que ha querido trabajar, ha podido hacerlo, porque precisamente lo que ha faltado ha sido mano de obra. Los empresarios se han quejado por la falta de trabajadores y de gente cualificada.

El próximo año finaliza la legislatura, ¿de qué se siente más orgulloso de su mandato?

Hemos sido un equipo de gobierno muy cercano, que ha intentado solucionar los problemas de todos los vecinos. Personalmente me siento orgulloso de haber reconducido el departamento de urbanismo, en el que había atascos de más de dos años para otorgar licencias urbanísticas durante la pasada legislatura. Hemos incrementado el personal y hemos reorganizado el departamento, lo que ha permitido agilizar mucho la entrega de licencias.

¿Y qué proyectos le gustaría completar si siguiera al frente del Ayuntamiento en el futuro?

Hay proyectos de obras e infraestructuras que llevan años atascados y me gustaría darles solución, como el nuevo cementerio, del que todavía no se ha conseguido licitar el proyecto; el polígono de Montecristo, donde hay que hacer unas obras importantes para recepcionarlo; y la apertura de la calle Ametllers, en ses Païsses. También me gustaría abordar la reforma del antiguo ayuntamiento o el nuevo auditorio. Ya que este año nos hemos enfocado más en otros asuntos, me gustaría abordar estas acciones en la próxima legislatura.