Marcos Serra propone la figura del gestor energético ciudadano

El candidato del PP de Sant Antoni destaca las inversiones en la mejora de la red de agua

Marcos Serra y José Sala.

Marcos Serra y José Sala. / PP

Redacción

El alcalde de Sant Antoni y candidato a la reelección por el PP, Marcos Serra, ha anunciado este miércoles a través de un comunicado que «seguirá apostando por políticas de ahorro de agua e instalación de energías renovables para disponer de un municipio más sostenible y respetuoso con el medio ambiente».

En referencia a la gestión del agua, Serra ha dicho que impulsará la regeneración para limpiar la vía pública y regar las zonas verdes y se aprobará una nueva ordenanza municipal de ahorro de agua. Además, se continuará con la renovación y ampliación de la red.

El candidato popular ha explicado que durante este mandato se han ejecutado inversiones «importantes» con la instalación de 3.500 metros de nuevas redes de abastecimiento y la renovación de otras 6.500 metros, así como la instalación de 1.600 contadores inteligentes, una nueva red de pluviales de 1.700 metros y más de 730 metros de tubería de alcantarillado, lo que ha permitido reducir a un 12% (22,7%, según los datos de la conselleria balear de Medio Ambiente) las fugas de agua. «Sant Antoni se ha situado entre los mejores municipios de Balears en rendimiento hidráulico y nuestro objetivo es seguir reduciendo estas pérdidas para optimizar este recurso tan limitado en la isla», ha destacado Serra, al tiempo que ha anunciado un nuevo depósito de agua para prevenir cortes en la red de abastecimiento.

En cuanto a energías renovables, Serra propone la creación de la figura del gestor energético que informe y asesore a los ciudadanos y proponga nuevas acciones que favorezcan un uso más eficiente de la energía o en la gestión de subvenciones.

También plantea «incrementar» la instalación de placas fotovoltaicas en edificios públicos».

Asimismo, se compromete, en cuanto a la política de medio ambiente, a insistir en la instalación de un campo de boyas en Cala Salada y la bahía para la protección de la posidonia y el fondo marino, así como con el compromiso de continuar con la lucha contra los vertidos de aguas sucias al mar, con la separación de las pluviales de las fecales y nuevos tanques de tormenta.