El ibicenco Toni Vingut se come las uvas volando hacia su quinto Rally Dakar

El piloto de Sant Antoni verá las campanadas en el aeropuerto de Madrid, desde donde se desplazará en un vuelo chárter a la región de Arabia Saudí para tomar parte en la prueba por etapas más prestigiosa del mundo en busca del podio en la categoría de quads

Toni Vingut junto a su quad durante la presentación en el hipódromo de Sant Rafel. | VICENT MARÍ

Toni Vingut junto a su quad durante la presentación en el hipódromo de Sant Rafel. | VICENT MARÍ

El piloto ibicenco Toni Vingut volverá a pasar un fin de año lejos de su familia, aunque con ilusiones renovadas de cara a su quinta participación en la prueba de motor más prestigiosa y dura del planeta, el Rally Dakar. Para esta edición, la cita que se desarrolla a lo largo de 12 etapas en Arabia Saudí retrasa su pistoletazo de salida hasta el próximo 5 de enero, lo que provoca que pilotos como Toni Vingut tengan que comerse las uvas de camino a Yanbu, en el territorio fronterizo con Jordania.

De hecho, el integrante del Motoclub de Formentera i Ibiza vivirá las campanadas en el aeropuerto Barajas-Adolfo Suárez de Madrid, desde donde se desplazará en un vuelo chárter hasta la región saudita en la que buscará alcanzar el podio en la categoría de quads. «Me subo en un vuelo que sale el día 1, a la 1,30 de la madrugada, así que haré las campanadas en la cola del embarque. Me pillará en el aeropuerto, no sé cómo lo haré para comunicarme con mi familia. Luego allí desde Arabia no es fácil porque internet está capado y tenemos que usar una aplicación extra para utilizar ‘whatsapp’», relata Vingut en conversación telefónica con Diario de Ibiza mientras ultima los preparativos para la exigente competición.

Allí coincidirá con Fabio Lottero, italiano residente en Ibiza que corre en motos, y con Matías Rodríguez y su pareja Sandra Guasch (como copiloto) en la nueva modalidad de Dakar Classic.

El piloto de Sant Antoni repite en la disciplina de quads, donde al término de la edición de 2023 logró su mejor posición con una sexta plaza, después de un año, el de 2022, en el que tuvo que abandonar y ser evacuado en helicóptero tras sufrir un grave accidente que le obligó a permanecer ingresado durante dos semanas en territorio saudí.

«Ahora quiero buscar el podio, eso seguro. Luego, ya veremos lo que pasa –advierte el piloto portmanyí. Es muy difícil porque tienen que salir todas las cosas bien, no solo correr. Pero cada vez se me ha dado un poquito mejor y lo que menos controlaba, que era la navegación, cada vez la hago mejor. Entonces, no sé, me veo con más opciones», sostiene Vingut, que lleva su petate repleto de barritas energéticas para afrontar las maratonianas etapas a bordo de su Yamaha Raptor 700.

Durante el Dakar coincidirá en las remotas tierras del golfo arábigo con figuras de talla mundial como Carlos Sainz, aunque la complejidad organizativa dificulta la convivencia de los pilotos en los ‘vivac’ o campamentos itinerantes del recorrido. «Somos tantos participantes y cada uno con una hora de salida distinta que, al final, siempre coincides con los mismos que llegas. Somos muchos y a veces nos cuesta encontrarnos. Yo empiezo más pronto y hago todo antes que otros, que llegan más tarde y no coincidimos. Es una prueba en la que estás todo el día corriendo. Llegas, cenas y te vas a dormir», argumenta Vingut, quien aspira a competir en un futuro próximo en la categoría de boggies con copiloto llamada ‘side by side’.

«Es otro rollo porque ahí el que pilota va a saco. En cambio en moto y en quad tienes que ir también pendiente del ‘roadbook’. No vas a tope igual. En la otra categoría necesito más presupuesto y más rodaje. Ya he hecho dos carreras este año, no me va mal, pero para ir al Dakar tienes que ir con garantías para poder hacer un buen resultado y el quad lo tengo ya controlado», concluye el ibicenco antes de poner rumbo a su gran aventura del nuevo año.

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