¿Tu perro tiene miedo al agua? Así puedes evitarlo

Una serie de pautas para vencer ese temor

¿Tu perro tiene miedo al agua? Así puedes evitarlo

¿Tu perro tiene miedo al agua? Así puedes evitarlo

Benito Domínguez

Los perros, por instinto, saben nadar desde que nacen. Pero eso no quiere decir que a todos los perros les guste, el agua. Todo lo contrario, muchos le tienen miedo, sobre todo al agua del mar. Sin embargo, es sencillo quitarle ese temor, sobre todo siguiendo una serie de pautas.

Uno de los principales problemas que nos encontramos cuando nuestro perro tiene miedo al agua es en verano cuando queremos ir a la playa. Y es que si nuestra mascota le tiene miedo al agua, puede hacernos insufrible la estancia en la playa, sobre todo si estamos solos con él. Si le asusta el agua no querrá ni acercarse, y eso también te incluye a ti, así que no te dejará siquiera darte un baño.

Una situación similar la podemos tener cuando queremos hacer alguna actividad deportiva al aire libre con nuestro amigo peludo, como el descenso en canoa. Y es que si no le gusta el agua, es posible que se pase todo el viaje en la canoa llorando por el peligro que supone para él estar cerca del agua. Además, es muy probable que, a consecuencia de esta actividad, tu perro acabe en el agua en más de una ocasión. Si le tiene miedo al agua, estas caídas accidentales no ayudarán en absoluto, todo lo contrario.

Entonces, ¿cómo hacemos para quitarle el miedo al agua? Pues para empezar, lo suyo es acostumbrarle a relacionarse con el agua desde que es cachorro, comenzando primero con baños en casa. Usa agua caliente, pero no demasiado, y con una presión suave del agua. Háblale de forma pausada, acaríciale... lo suyo es que relacione el agua con algo positivo.

Muy importante es la tranquilidad. Así que puedes dar paseos con él por lugares donde haya agua como lagos o ríos, donde no haya mucha corriente. Un sitio tranquilo donde pueda mojarse las patas y entrar en el agua de forma progresiva.

Seguridad

También tienes que darle seguridad. Métete tú primero en el agua para que tu perro vea que no ocurre nada y es un sitio seguro. Anímale a entrar contigo al agua, pero siempre con mucha serenidad, no de forma brusca. También puedes utilizar chucherías para estimularlo.

También puedes jugar con él para que se meta en el agua. Utiliza un palo o una pelota, tírasela al agua y espera que vaya a por ella. Y, por supuesto, no le fuerces nunca, conseguirás el efecto contrario.