Feria del Disco en Ibiza: La «nostalgia» de bucear entre vinilos

La quinta edición de la Fira del Disc d’Ibiza tiene lugar este fin de semana en Sant Antoni de 11 a 21 horas con la venta de decenas de miles de vinilos, cd’s y otros objetos de coleccionismo en una jornada a ritmo de ‘Vermut a 45 rpm’ y ‘Ibiza Vinyl Club’

Ángela Torres Riera

Ángela Torres Riera

Unos 4.000 vinilos de música italiana, francesa, española, funk-sol, música clásica-contemporánea, experimental... separan a Carlos de sus clientes. El gerundense ha viajado con una furgoneta cargada de elepés de su tienda de discos en Olot para atender a los «clientes que acuden cada año» buscando alimentar su sed musical ante la falta de una tienda de discos en Ibiza y porque «no les gusta comprar por internet».

El día no acompaña, pero melómanos y coleccionistas de la isla se acercaron ayer igualmente al Passeig de ses Fonts de Sant Antoni a partir de las once de la mañana para bucear concentrados entre cd’s y vinilos en la primera jornada (hoy se celebra la segunda) de la quinta edición de la Feria del Disc d’Ibiza, que organiza la Asociación Músico Cultural Retro.

Raúl, de 18 años, es uno de ellos. «Mi padre era guitarrista y siempre tenía música puesta en casa, de ahí he desarrollado mi gusto, busco algo de jazz fusion japonés», dice.

En otro de los veinte puestos, Pepe Rosselló, fundador de la discoteca Space (1989), halaga frente al vendedor Xicu Planells, a los «míticos» Jim Morrison, Amy Winehouse y Bob Marley: «Es música que arrastra con fuerza y mueve a la gente como si fuese una locomotora», expresa con pasión. Una de las asistentes busca, justo al lado, discos de mujeres.

Poco después acumula, entre sus brazos, varios vinilos de Aretha Franklin y Tracy Chapman, entre otros. Cada uno por un precio de dos euros, aunque en otros puestos, depende de la banda o la rareza (o del cariño que le tenga el vendedor a la pieza) ascienden a unos veinte. El precio de los cd’s es similar.

La «nostalgia» de bucear entre vinilos

La «nostalgia» de bucear entre vinilos / Ángela Torres

Coleccionistas privados

Además de los propietarios de tiendas de discos que han viajado de la Península a Ibiza para la Fira, muchos coleccionistas también se deshacen, por distintos motivos, de su tesoro musical. Planells admite que ha hecho una copia (solo una es legal, explica) de cada uno de sus clásicos antes de ponerlos a la venta. Por si algún día «le entra la nostalgia».

En el caso de Luciano y Lorena han decidido «achicar su pequeña colección» para que quepan en su biblioteca musical discos nuevos. «Hay desde electrónica y heavy metal hasta soul», señala.

«Como vendedor es mi primera edición, como comprador no me he perdido ni una», comenta por su parte otro de los coleccionistas que vende pedales de cuando «era guitarrista» en el grupo ibicenco Ho Femme Fatale, además de pósters y cintas. Cualquiera de los asistentes también puede encontrar chapas, parches y funko pops para coleccionar.

Un vinilo del estadounidense Miles Davis, ‘Tutu’, se asoma de una caja en la que su jazz se entremezcla imaginariamente con la música de Prince, Madonna y los Beatles antes de ser elegido por un hombre. Mientras, ‘Vermut a 45 rpm’ pone, un año más, ritmo a la jornada antes de dar paso, ya por la tarde, a Ibiza Vinyl Club hasta las 21 horas.

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