Opinión | desde la mola

Aló Presidente

Es domingo, pero este presidente no es Hugo Chávez, ni su programa es televisado a todo el ‘país’, en el caso que nos ocupa, isla. A las redacciones de los diferentes medios, el domingo (fiesta de guardar) llega el comunicado con las reflexiones en ‘voz alta’ de Llorenç Córdoba, presidente del Consell de Formentera, donde pone de manifiesto sus discrepancias con los concejales que deberían gobernar bajo su tutela política (en este caso la tutela ideológica la ponen otros), pero que aquí gobiernan como saben y pueden, sin libro de instrucciones que permita salvar el caos en que se encuentra la administración local. No se trata de ‘buenos y malos’, aquí y ahora todos son ‘malos’. El calificativo de malos obedece a las consecuencias directas de una actuación errática por parte de Sa Unió con respecto a la situación anómala de su candidato en las elecciones y posterior presidente del Consell, hoy figura como no adscrito y enfrentado con todos los ‘suyos’ y si me apuran con una buena parte del electorado de la derecha isleña que ha pasado de la ilusión de una victoria, de un ‘ya era hora’ a la mayor de las decepciones. Luego estamos el resto de ciudadanos que vemos, primero con perplejidad, luego con un ‘no me lo puedo creer’, más tarde con un ‘ya está bien de caralladas’ y hoy con un cansancio traducido a aburrimiento.

El pueblo llano, unos y otros, lo que quiere es que haya quioscos. El presidente empeñado en que sean ‘temporalmente’ los antiguos concesionarios (un año más) y convocar un nuevo concurso. Quisiera creer (sin la fe debida) que detrás de esta postura ‘intransigente’ no se escondan influencias, llamémosles presiones, difíciles de soportar, para que se rompa la baraja y las reglas del juego. A la larga todo se sabrá.

Por otro lado, está la Mesa de Contratación que ha pedido a los presuntos adjudicatarios la documentación pertinente. Incluso se ha permitido desechar a uno de los ‘ganadores’ y correr la lista con lo que el icónico quiosco Bartolo seguirá (si el tiempo y la autoridad no lo impide) en manos de Bertomeu y Manoli (no sabéis lo que me alegro). Resolución, a día de hoy; apoyada por el resto de concejales de Sa Unió y me atrevería a decir que por los grupos de la oposición. Aquí el futuro cambia a ritmo de comunicados del presidente. Pero oído lo oído en todos los mentideros y conociendo al personal (aquí ya con buenos y malos) esto acabará en el juzgado de guardia.