Chabolas por pinos en Ibiza

César Navarro

César Navarro

Basta con recorrer las carreteras de Ibiza para hacerse una idea de hacia dónde vamos como sociedad. Si hace unas décadas perdías la vista en el frondoso y relajante verde pino ahora te golpea el iris a los pocos metros una infravivienda o una concentración de caravanas. Nada tengo contra estos vehículos si sus propietarios recogen y depositan sus residuos como toca; y si en una isla no lo hacen ni los usuarios de la náutica (la mayoría)... Luego, cuando uno se reincopora al trabajo tras el sacrificado dolce far niente se encuentra con noticias aterradoras: ‘Piden hasta 2.400 euros al mes por una habitación para alojarse durante la temporada’. ¡Cómo no se va a tirar la gente al campo! ¡Hasta en cuevas están viviendo! Es la involución de la especie; acabar como nuestros ancestros, vigilando la cueva para que no entre un oso. Por eso es tan necesario denunciar a los elementos que ofrecen estos alquileres (¡piden los tíos seis meses de fianza por adelantado!), sobre todo a Hacienda, a ver cómo justifican tanto ingreso. Con la temporada encima ya se percibe el nerviosismo de muchos. Se unen a mi amiga Merche, que con trabajo todo el año y pudiendo pagar hasta 1.500 euros no encuentra un piso para ella y su madre y se plantea abandonar la isla, como tantos otros. Pero este verano será de récord.

Suscríbete para seguir leyendo