Desde la marina

Con las cosas de comer no se juega

Miguel Ángel González

Miguel Ángel González

Mal vamos si el Consistorio de Vila, según sopla el viento, gira en su gestión como una veleta. Decide recuperar la Peixateria en su antiguo uso y cuando el proyecto está aprobado, consensuado y las obras iniciadas, se desdice y los sesudos sabios del Consistorio, creyendo que el municipio es su finca, de forma unilateral, sin consultar a nadie, cambian el proyecto, paralizan las obras y dejan a los vecinos con tres palmos de narices. Lo que nos están diciendo es que no podemos tomarnos en serio los compromisos que toma el Ayuntamiento. Es comprensible que los vecinos se quejen. No se les escucha, no se les atiende y para nada se tienen en cuenta sus necesidades que en este caso son básicas. ¿Considera aceptable el Ayuntamiento que los vecinos de Dalt Vila y la Marina tengan que desplazarse a la quinta puñeta, más allá de Vara de Rey, para comprar salmonetes o solomillo? Y si tenemos en cuenta la indemnización que por el pretendido cambio de uso se ha tenido que pagar a la constructora por la paralización de las obras de la Peixateria, el asunto es de juzgado de guardia. Entre otras cosas, porque los despropósitos de ese hacer y deshacer a capricho lo pagan los vecinos, los paga la la ciudadanía.

Demasiada paciencia tiene el colectivo vecinal recogiendo firmas, reclamando que se recupere el edificio de la Peixateria para el uso que estaba previsto y solicitando amablemente que se utilice el espacio de la Pedrera para crear el centro polivalente.

Si no lo tengo mal entendido, ya ha dejado de ser el almacén que se utilizaba por las obras municipales que se hacían en la Penya. Ahora vaciado, ya está disponible. Y ya se nos dijo al final de la anterior legislatura que se buscaría para el espacio de la Pedrera un nuevo uso cuando dejara de ser almacén. Es la ocasión, por tanto, como piden los vecinos, de que la Pedrera acoja el centro polivalente de marras y la Peixateria sea peixateria. La cultura y el arte están bien, muy bien, pero con las cosas de comer no se juega.

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