Para empezar

La política y la amnesia selectiva

Qué tendrá la política que provoca las situaciones más esperpénticas, esas que confirman la manida frase de que la realidad supera a la ficción. Y como muestra, el presidente de Formentera, Llorenç Córdoba, que ha montado un pifostio descomunal y que ahora dice que no ha sido él. Que de qué vamos, hombre. En el pleno del Parlament, Córdoba defendió ayer que su «apoyo» al Govern ha sido «claro» desde «el primer momento», e incluso añadió, sin despeinarse: «Ha sido así hasta ahora aunque algunos hayan querido hacer creer lo contrario estas semanas». Cielos, me tengo que haber perdido algo o ya faig cadufus. También es posible que Córdoba tenga un hermano gemelo muy cachondo que nos haya liado a todos. Qué asombroso poder tiene la amnesia, sobre todo si es interesada. Luego están los que se han quedado en el Medievo. Como esta gente de Vox, que después de doblegar la (ahora se sabe) débil fortaleza del PP y de meterle un golazo por la escuadra con los presupuestos del Govern, presume, por boca de su porta(coz)voz, Idoia Ribas: «Solo nos arrodillamos ante Dios». La frase de esta Juana de Arco, de una hipérbole inaudita, digna de un libro de caballerías (esos de hazañas de caballeros y princesas) no deja de provocar cierto miedo. ¿En serio tenemos que traer al Hacedor para cuitas tan mundanas? Que se lo hagan mirar...

Suscríbete para seguir leyendo