desde la mola
Turistear
El verbo turistear consiste en adquirir algunas pinceladas del lugar en el que lo conjugamos. Normalmente, se obedece a lo que las guías, los blogs de viajeros que pasaron antes o recomendaciones de amigos que pagaron la novatada. Con esa ‘enciclopedia’ de tres folios y un mapa empezamos por aquello que se llama el centro histórico… la catedral, el ayuntamiento y no se cómo, pero acabas en una calle peatonal con todas las marcas comerciales expuestas en grandes cartelones, algunas tiendas con diseño del bueno o elegantes (que las hay). Si eres una persona de tozudez máxima (vamos, de principios inamovibles) no caes en la tentación fácil de comprar aquello que no necesitas, pero que el capricho te lleva hasta el probador y después a la caja. Pero me temo que el turisteo conlleva una voluntad laxa y al final lo más sencillo es vencer la tentación cayendo en ella (lo dice Serrat). Pues hay que empezar a pensar que, si has cogido low cost en el avión, muchas compras (de eso que se llama ‘dónde lo pongo’) comportan una nueva maleta. Tendrás que facturar porque has sobrepasado lo de ‘un bolso y el troley’ y actualmente el personal de esas compañías vigilan cualquier pícaro de turno… ya no vale el ‘mire usted que…’ a pagar y a la bodega. Y luego la pérdida de tiempo hasta que sale la maldita maleta.
Algunos, los más listos, con las guías compradas en el aeropuerto de salida (no sea que en el de llegada, solo la tengan en lengua vernácula).
Después de estudiarla concienzudamente en esa hora y media que dura el vuelo, terminan subidos en el bus turistic y aquí las pinceladas se convierten en trazos virtuales a velocidad de ‘me lo he perdido por la esquina’ o ya que para en el semáforo le hago una foto a la estatua del ‘Comendador’ de turno. Una vez hecho el repaso del mapa del bus y las fotos del móvil. Viene lo de comer… te vas a lo típico del lugar, ya que hemos venido, qué menos que un goulash en Budapest. Los hay más atrevidos y deciden que lo mejor en Londres es acabar en un bar de tapas ‘tipical spanish’. Como si pudiéramos vivir sin una tortilla de patatas… Pero no solo nos pasa a nosotros en un país extraño. Algunos de los que nos visitan acaban terminando las noches en una pizzería comiendo pasta y si me apuran una paella con su garrafó incluido. Cosas del verbo turistear, que no es lo mismo que ser turista.
Suscríbete para seguir leyendo
- Una de las propietarias del antiguo restaurante de Cala Mestella: «Hemos vivido una pesadilla desde que nos okuparon hace 12 años»
- Nuevos cambios para trabajar en España, así queda el Permiso Único para tener residencia y trabajo: cómo solicitarlo
- Desahucian al propietario explotador del ‘camping’ ilegal de Can Rova a petición de sus dos hermanos
- Fallece el monitor ambiental de Ibiza Paolo Dell'Agnolo a los 42 años
- Los bomberos avisan por la presencia de himenópteros en edificios y viviendas: Revisa y 'si los ves, llama al 112
- Estafan a una octogenaria en Ibiza todo el dinero en metálico que tenía en casa con el timo de la revisión del gas
- Los seis ganadores españoles del Tour de Francia, juntos en la presentación de la Vuelta a Ibiza
- Un joven de 17 años, detenido por el atraco con un cuchillo 'de grandes dimensiones' en una gasolinera de Ibiza