Desde la Mola

Realidad social

Valentín Villagrasa

Valentín Villagrasa

Las cosas de la política te llevan inexorablemente a conversaciones (pretendidamente sesudas) que reflejan una realidad virtual, alejada de una realidad social en la que viven otros. Análisis basados en largas horas de despacho; en encuestas particulares (sin Tezanos) percepciones surgidas del subconsciente de algún ‘savio’ (con v de no sé nada más allá de los que me cuentan). Parafrasear sobre los resultados del 28 de mayo. Quién será presidenta (te la estás jugando) si ‘Raquel o Anabel’, cómo influirá 2022, el año que tuvo 17 meses (cuenten y verán) y una suma (sin Yolanda) y sigue que nos va a acompañar hasta ese final de mayo florido. Hasta aquí todo lo que pueda considerarse ‘políticamente correcto’ en el lenguaje críptico de quienes nos creemos ungidos por el ‘saver’ (otra vez con v) y la experiencia de un calendario que nos retrotrae, como abuelitos Cebolleta, a aquello de ‘cualquier tiempo pasado no fue mejor’. Todo esto prevalece hasta que un día cualquiera, a eso de las siete menos cinco de la tarde (hora sin ningún glamour, ni siquiera en el París de la Francia) te juntas en una taberna con dos excurrantes, ahora currantes venidos a más y con más estrés, salidos de un cuento de ‘apreturas’ y ‘lo quiero para ayer’. Un café, un quinto de cerveza 0/0 y una cocacola zero. Los tres como alcohólicos en desuso y con un lenguaje de los que entiende todo el mundo, excepto los ‘chicos’ de las Cortes; no sea que aprendan esta gramática ‘parda’ y comprueben que hay otra realidad, la social que diría algún sabio (con b). Muy lejos de la que nos cuentan en los medios.

Lo primero que le espeta uno al otro (yo de testigo) a bote pronto, sin avisar: ¿A que antes vivías mejor? (haciendo referencia a la época de trabajador por cuenta ajena). Pues sí, pero... responde el interrogado. Y sigue: ahora tienes dinero y barca (en la isla es casi obligado, siempre que no te afecte lo del estany) y en cambio ni duermes, ni pescas ¿cómo se ‘come’ eso? (yo sigo con cara de póker y atento, no sea que la siguiente me toque a mí). Entonces empieza una larga referencia a esa realidad social que abarca temas, como la economía sumergida, la vivienda (incluso se atrevieron con propuestas subjetivas para atacar el problema), el aquí un obrero no puede vivir, los sin papeles, las ilegalidades y un largo etc que no sale en los libros de texto... ¿serán de otro mundo? No, son y viven aquí.

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