El mar y la tradición gastronómica de Ibiza y Formentera ha estado siempre ligada. Los fondos marinos de las Pitiusas suministran una gran variedad de especies de pescado y marisco que son la base de muchos de los platos del recetario tradicional. El mero, el rape, el calamar, la rotja, el gerret o la langosta son solo algunos de los productos que se utilizan en platos tan típicos como el bullit de peix, la frita de calamar o distintos arroces.

Cada día, particulares y profesionales de la restauración, acuden a los mercados de Ibiza en busca del género de mejor calidad para sus elaboraciones. Para distinguir el producto local y de calidad de otros que llegan de fuera de la isla, pescadores profesionales de las cofradías de Ibiza y Sant Antoni lanzaron en 2008 la marca ‘Peix Nostrum’. Gracias a este etiquetado, los consumidores pueden identificar el producto local, asegurarse de que la pieza ha sido capturada de manera artesanal y respetando el medio ambiente y conocer más de una veintena de datos sobre el ejemplar. Además, garantiza que las piezas han llegado a la lonja en un plazo inferior a cuatro horas desde su captura.

Desde el sector pesquero de la isla tienen muy claro que hay que proteger los caladeros para evitar su despoblación y poder garantizar así el futuro del sector. Por eso, hay periodos de pesca estipulados para cada especie y se mantienen técnicas de pesca tradicionales, más respetuosas con el fondo marino y las especies que lo habitan.

Estas bridas amarillas sirven para identificar los ejemplares de Peix Nostrum. Peix Nostrum

Como consumidores, adquirir el pescado y el marisco de temporada es una manera también de ayudar a cuidar el entorno y garantizar la continuidad de las especies. En verano, la langosta es uno de los productos más demandados. Su captura arranca en abril y se extiende hasta el 31 de agosto. Actualmente, este crustáceo se pesca con redes de trasmallo, pero antiguamente se utilizaba una cesta cilíndrica hecha con juncos entretejidos conocida como nansa.

Con la llegada del otoño, los salmonetes, las sirvias, los calamares o los atunes rojos vuelven a los mercados. También la pesca del gerret arranca en octubre y se alarga hasta finales de abril, aunque su captura normalmente comienza a finales de noviembre, cuando la temperatura de las aguas comienzan a descender. Para su captura se utiliza la técnica de artet, una de las artes de pesca menores o artesanales que se utilizan en la isla.

El 1 de septiembre se levanta la veda del raor, una especie muy codiciada que cada año hace que cientos de pescadores y aficionados llenen con sus embarcaciones las zonas de pesca de esta especie. Su captura solo está permitida hasta el 31 de marzo, ya que el resto del año se considera una especie protegida.

El gallo de San Pedro, el pargo, el denton, el rodaballo, la dorada o la lubina, así como el bogavante o la gamba roja ibicenca, son algunas de las especies que crecen en las aguas de las islas y que dan a los platos típicos un sabor y una calidad únicos.