El patrimonio arquitectónico de Ibiza tiene un valor incuestionable dentro de la arquitectura mediterránea, tal y como queda patente en la exposición ‘Habitar la Isla Blanca. Interpretaciones de la arquitectura ibicenca’, que ayer se inauguró en el espacio Broner de la Demarcació d’Eivissa i Formentera del Col·legi Oficial d’Arquitectes de Balears (Coaib).
La muestra, comisariada por Antonio Pizza, se centra en el tema de la casa mediterránea y, en concreto, en la vivienda rural de Ibiza, fijando la atención en cómo fue vista, retratada y estudiada por diferentes personalidades en los años 50 del siglo XX. El espectador contempla durante su recorrido imágenes de dos fotógrafos catalanes de la época, Joaquim Gomis y Leopoldo Plasencia,que se presentaron en la IX Trienal de Milán de 1951. Asimismo, se recogen en la exposición las visiones de dos arquitectos italianos, Luigi Moretti y Luigi Figini, que descubrieron la arquitectura popular ibicenca y dejaron plasmadas sus impresiones en revistas internacionales como ‘Domus’ y ‘Spazio’. «Figini, que estuvo en Ibiza durante diez días en 1949 quedó subyugado por la belleza de la arquitectura popular de la isla y le dedicó un reportaje fotográfico y varios artículos. Según dejó anotado, para él la verdadera arquitectura moderna estaba en esas casas payesas que había retratado en la isla», contó Pizza durante el evento, que incluyó también la presentación del catálogo que Ediciones Asimétricas ha publicado para la ocasión, que desarrolla la información que aparece en los paneles de ‘Habitar la Isla Blanca’.
Una muestra de largo recorrido
La exposición que se puede ver en Can Llaneres hasta el 14 de abril forma parte de una mucho más amplia ,‘Imaginando la casa mediterránea. Italia y España en los años 50’, que estuvo en la Fundación ICO de Madrid entre 2019 y 2020. El gerente de la Demarcació d’Eivissa i Formentera del Coaib, José María Marí, la visitó a finales de 2019 y al ver el apartado monográfico que se dedicaba a la arquitectura rural ibicenca pensó en la posibilidad de llevarla a la isla.
El material cedido por la Fundación ICO se ha contextualizado para esta muestra añadiendo una sección dedicada a «las interpretaciones extranjeras de la arquitectura popular ibicenca». Los ejemplos en los que se pone el foco son Can Cardona, en Sant Carles, la casa payesa que Erwin y Christina Bechtold compraron en 1959, y la Casa Broner, construida por Erwin Broner en sa Penya en 1960.
Sacar adelante el proyecto de ‘Habitar la Isla Blanca’ no ha sido fácil, entre otras cosas por la pandemia, que lo paralizó todo. El esfuerzo ha valido la pena, a juzgar por las caras de satisfacción y los halagos que recibió la muestra por parte del público, más de medio centenar de personas, entre los que había italianos de la escuela de Arquitectura de Venecia y miembros de las facultades de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y de la UPC de Barcelona. Durante la inauguración, José María Marí manifestó su alegría al ver la acogida que había tenido ‘Habitar la Isla Blanca’, «un proyecto de investigación y de equipo que ha llevado dos años de trabajo».
Hablaron también María Fernández y Juan García, de Ediciones Asimétricas, responsables del catálogo, y Stefano Cortellaro, autor de uno de los textos que incluye la publicación dedicado a Can Cardona, una obra que calificó de «lección de arquitectura». Asimismo asistieron al acto Isabel Feliu y Raimon Ollé, autores de la restauración de la Casa Broner.
Antes de terminar, tanto la presidenta de la Demarcación pitiusa del Coaib, Carmen Navas-Parejo, como su gerente, José María Marí, dedicaron unas emotivas palabras al pintor alemán Erwin Bechtold, fallecido en septiembre de 2022 y anunciaron que le preparan un homenaje especial. Asimismo, agradecieron a Christina, su viuda, allí presente, que abra las puertas de Can Cardona para la visita guiada programada hoy, que incluye también la Casa Broner y el conjunto histórico de Sant Llorenç.
