Ibiza ya matricula un 58% más de híbridos que de diésel

Los vehículos de gasolina siguen en cabeza, pero a la baja, mientras el eléctrico no logra arrancar

Recarga de un vehículo en Eivissa.

Recarga de un vehículo en Eivissa. / Toni Escobar

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Poco a poco, mes a mes, año tras año, el diésel va perdiendo cuota de mercado en las Pitiusas y el espacio que deja es reemplazado por vehículos híbridos. En lo que va de este 2024, el balance a favor de los híbridos está más claro que nunca, con un sorpasso (que antes se intuía pero que ya es evidente) en toda regla. Así, en el primer trimestre se matricularon 228 turismos con doble sistema de propulsión, 84 más que los que tienen motores diésel y, por tanto, queman gasóleo, lo que supone un 58,3% más.

Es una situación impensable hace sólo cinco años, en 2019, antes del covid. Por entonces, a estas alturas del año se habían matriculado 282 diésel y sólo 50 híbridos. En un lustro se ha dado la vuelta a esa particular tortilla, en parte por la demonización del diésel, en parte por los beneficios que supone tener un híbrido, por ejemplo para acceder a las grandes ciudades o para disfrutar de ventajas fiscales.

Suben los híbridos

Los diésel siguen en caída libre. Los 144 matriculados en Ibiza hasta marzo (un 18,18% menos que hace un año) es la cifra más baja de la historia, a excepción de los 139 registrados en plena pandemia: son la mitad que los vendidos hace cinco años. Por el contrario, los híbridos no paran de crecer: un 10,68% interanual y cuatro veces más que un lustro atrás. En solo dos años casi se ha doblado el número de matriculados en Ibiza.

A los de gasolina les está sucediendo algo similar que a los impulsados con gasoil. Hasta marzo fueron matriculados 486, un 14,6% menos que en 2023, cuando se llegó a los 569. También es el peor registro de la historia, si se exceptúan los 380 de 2021, en plena pandemia del covid. Son un 44% menos que los matriculados en 2019, cuando se dieron de alta 873 en Ibiza. En Formentera se ha llegado a los 46, menos de la mitad que los 96 de hace cinco años.

Es la tendencia: bajan los que queman combustibles derivados del petróleo, suben las alternativas más ecológicas, aunque no tanto como se desearía en el caso de los eléctricos, por ejemplo. De estos sólo se han matriculado 20 hasta marzo, un 55,56% menos que hace un año y un 41% menos que en 2022. ¿Por qué? Porque son muy caros aún (al menos los vehículos que no proceden de China), por su limitada autonomía y porque la recarga se convierte a veces en una odisea para quienes tienen la fortuna (y el dinero) de disfrutar de estos turismos. Los eléctricos no consiguen arrancar, ni aquí ni en el resto de España y Europa.

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