UGT en Ibiza y Formentera queda en manos de una gestora tras la dimisión de Fernando Fernández

La Unión General de Trabajadores (UGT) en Ibizay Formentera queda dirigida por una gestora hasta la celebración de un congreso insular. El hasta ahora secretario general en las Pitiüses, Fernando Fernández, hizo efectiva ayer su dimisión para jubilarse, a los 67 años, y «disfrutar de la vida, que ya es hora».

La ejecutiva del sindicato había convocado por la mañana un comité insular para que Fernández hiciera efectiva su renuncia y para buscar una alternativa. En este encuentro se acordó que la nueva comisión gestora estará dirigida por el representante sindical en el Consell de Eivissa, Juan Luis Núñez, y el delegado de UGT en Can Misses, Pedro Campillo. Como presidenta, figurará la secretaria confederal a nivel estatal, Amparo Burgueño.

De esta manera, Fernández no ve cumplir su deseo de que su vacante quede cubierta con un nuevo secretario general por consenso. Así lo expresó ayer por la mañana en conversación con este diario, poco antes del inicio del comité.

En principio, esta situación transitoria debería culminar en el próximo congreso insular, que se convocará después del congreso nacional de noviembre y la subsiguiente cumbre a nivel balear. Según prevé Fernández, este proceso podrá durar un año, aproximadamente.

De hecho, él mismo formó parte de la gestora que dirigió el sindicato después de la dimisión de su antecesor, Diego Ruiz, en enero de 2015. Esta fórmula se mantuvo hasta febrero de 2018, cuando el congreso insular de UGT, celebrado en el auditorio de Puig d’en Valls, aupó oficialmente a Fernández como nuevo secretario general.

Un histórico del sindicato

Fernández, natural de Fornes, en la sierra granadina de Alhama, recaló por primera vez en Eivissa a los 14 años para trabajar en la temporada turística. En el año 1984, trabajando en el hotel Fenicia, se casó y echó raíces definitivamente en la isla. 

Fernández empezó a venir a trabajar a Ibiza durante la temporada con solo 14 años

Ese mismo año se afilió al sindicato. En 1993, pasó a trabajar directamente para la UGT, con un convenio con la Junta de Andalucía, para atender a los andaluces emigrados a las Pitiüses por trabajo. Posteriormente, se convirtió en el responsable de la Federación de Hostelería y Comercio, hasta que, tras formar parte de la gestora que dirigió el sindicato, asumió la secretaría general.

Su intención ahora es esperar a la jubilación de su esposa, tras esta temporada turística, para vivir a caballo entre su pueblo natal e Ibiza, viajando todo lo que pueda y disfrutando siempre de las mejores condiciones meteorológicas de sus dos hogares. «En Eivissa, que no me espera nadie en julio y agosto. Vendré sobre todo en invierno, que en la sierra hace mucho frío, y en primavera, que es la mejor época».