Ibiza despide al atleta Paco Quirós

Compañeros de carreras y competiciones dan el último adiós al ibicenco, fallecido el lunes a los 76 años

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

Con sus inseparables zapatillas de correr. Así quería despedirse Paco Quirós. Y así lo comentaba, en alguna ocasión, entre risas, con algunos de sus compañeros de carreras. De viejas carreras. Es uno de los recuerdos que compartían ayer, tras enterarse del fallecimiento del querido atleta, quienes compartieron con él, desde los años 70, kilómetros y kilómetros.

El mundo del atletismo ha despedido este miércoles en la iglesia de Santa Cruz a Paco Quirós, ibicenco criado en el barrio de sa Penya y fallecido el lunes a los 76 años, tras más de medio siglo dedicado a este deporte, al que llegó tras jugar al fútbol y que se convirtió en su pasión. Una afición que traspasó a su descencencia.

Muchos de quienes corrieron con él cuando el atletismo no era un deporte de masas han querido dar un último adiós al corredor, que en los últimos años había tenido que colgar las zapatillas después de que le colocaran un marcapasos. Un hecho que, según él mismo confesaba, le generaba frustración. Se había pasado a la bici, con la que llegó, incluso, a dar la vuelta al mundo en plena pandemia sin salir de casa, uno de sus conocidos retos.

La mayoría apenas podía creerse que Paco Quirós, que animaba a los nuevos corredores a olvidarse de los relojes GPS y disfrutar del deporte, hubiera fallecido. No pocos explicaban que le habían visto hace apenas unos días.

Quirós, un rostro habitual de las carreras populares de la isla durante alrededor de 50 años, comenzó a correr cuando era apenas un niño, empujando el tiovivo de su familia, que se dedicaba a la feria. Quién le iba a decir, en ese momento, que correr le daría algunas de las más grandes alegrías de su vida, según él mismo reconocía.