Madres de niños con autismo denuncian esperas de un año para recibir atención bucodental

La falta de una UCI pedriática en Eivissa obliga a que los niños con TEA o con diversidad funcional tengan que ser trasladados a Son Espases, lo que les obliga a esperar durante meses sufriendo el dolor de muelas

Consuelo Guerra e Irene Moreno, en la sede de Ibiza IN. | D.V.

Consuelo Guerra e Irene Moreno, en la sede de Ibiza IN. | D.V. / david ventura. eivissa

David Ventura

David Ventura

Si ir al dentista no suele ser una experiencia especialmente agradable —ni barata— en el caso de los niños con autismo o con diversidad funcional la salud bucodental puede convertirse en un auténtico suplicio. Es un asunto que conocen de primera mano las familias que agrupa la asociación Ibiza IN, que denuncian la falta de recursos existentes en la isla para atender adecuadamente a sus hijos. Una falta de recursos que se traduce, por un lado, en un importante coste económico pero, lo más importante, es que supone también un sufrimiento y un dolor adicional para unos niños cuyas vidas no son nada fáciles.

«El principal problema es que en Eivissa no contamos con una UCI pediátrica. En el Hospital Can Misses no hay, y a nuestros hijos deben derivarlos a Palma», explica Consuelo Guerra, presidenta de Ibiza IN. ¿Por qué es necesaria una UCI pediátrica para que un niño con TEA (Transtorno del Espectro Autista) vaya al dentista? Guerra lo explica relatando su caso personal.

«Mi hijo, Beltrán, tiene una delección del brazo corto del cromosoma 8. Eso se traduce en cardiopatía, discapacidad intelectual y autismo. Mi hijo, al nacer, fue intervenido quirúrgicamente del corazón. Un niño con TEA, cuando va al dentista, necesita anestesia general, y aquí no le pueden dormir, y menos con sus antedecendes», señala.

A Beltrán lo derivan a la UCI pediátrica de Son Espases, pero al no ser considerado un caso grave, la espera habitual es de un año: «No lo consideran una urgencia, no es algo de vida o muerte, y así dejan al niño meses y meses, con ese dolor», explica Irene Moreno, madre de un niño con autismo: «En la asociación tenemos un caso de un niño que tiene cinco caries y lleva meses esperando que le atiendan. Tiene un dolor insoportable, pero no pueden hacerle nada. Le han ingresado ya siete veces de urgencia y lo único que pueden hacer es estabilizarle el dolor, darle antibióticos y medicación, pero con eso no le arreglan las caries».

Esperar o pagar

La única solución, como sucede demasiadas veces, pasa por pagar. «Yo pagué un dineral. Lo peor es que ni pagando me atendían. Lo intenté en la clínica Juaneda de Palma, en la Teknon de Barcelona, y acabé en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Me salió por cerca de 3.000 euros, las cinco pulpotomías, el quirófano, la anestesista», explica Consuelo Guerra.

Sin embargo, el suplicio no ha terminado: «El 29 de agosto del año pasado Beltrán se partió las paletas de delante en un accidente con el patinete. Aquí no le hacían la reconstrucción y nos derivaron a Son Espases, a esperar, sin fecha». Finalmente consiguió que lo intervinieran en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona: «Me dijeron que un niño no puede estar con las paletas rotas no selladas ya que eso le puede provocar una infección grave, además del dolor que sufre el niño». En este caso, la intervención le costó 2.625 euros.

«Lo peor es cuando la familia no tiene esa disponibilidad económica. Entonces la única alternativa es esperar un año mínimo, y que el niño sufra un dolor terrible durante todo este tiempo», denuncia Irene Moreno, que señala otro caso que han vivido en Ibiza IN: «Un niño que sufre hipoplasia [anomalía en la formación del esmalte dental] y al que le deben hacer una pulpotomía [tratamiento de la pulpa de los dientes temporales] porque perdió la corona de arriba y quedó el nervio al aire. Los niños autistas tienen un umbral de dolor muy elevado, y para que a ellos les duela así, imagínate. Es que es un dolor incapacitante, son niños que sufren permanentemente».

«En la mayoría de los casos, no pueden ni verbalizar que les está doliendo, no saben expresarse. Pero les ves la cara y ves que sufren. que tienen dolor perpetuo. Tenemos en la asociación el caso de una niña con parálisis cerebral y ves que está sufrinedo», dice angustiada la presidente de Ibiza IN.

Las madres también denuncian la falta de sensibilidad, tacto y formación de algunos especialistas respecto a los niños con estas características: «Me han llegado a reñir, diciéndome que si mi niño es un maleducado, cuando no se dan cuenta del estrés emocional que supone para un niño con autismo entrar en una clínica dental. Cuando se le habla de esta manera, lo que percibe es el mensaje de mierda que le estás enviando», denuncia, dolida, Irene Moreno.

La única alternativa es esperar y esperar… «Es que es algo que me subleva. ¿Es lo único que le puedes ofrecer a mi hijo? ¿Qué sufra? Además, que puede sufrir una infección en la boca». Guerra reclama que los niños con estas características tengan prioridad en las listas de espera del IbSalut: «Te dicen que un sellado de muelas no es urgente, pero para este niño lo es. Porque dentro de un año no tendrás una pulpotomía, tendrás algo mucho más grave». «¿Qué se nos ofrece a las familias? La conselleria de Salud nos debería ofrecer, al menos, una alternativa, porque ahora no tenemos anda», resumen.

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