Fallece Paco Quirós, el atleta de Ibiza que corría con una sonrisa

Apasionado por el atletismo, que descubrió tras pasar por el fútbol, dedicó la vida a este deporte

El funeral está previsto este miércoles a las cuatro de la tarde en Santa Cruz y el velatorio, en Pompas Fúnebres, desde las doce del mediodía

Paco Quirós, en 2007, corriendo en Diario de Ibiza

Paco Quirós, en 2007, corriendo en Diario de Ibiza / Juan A. Riera

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

Francisco Quirós, Paco Quirós, el popular atleta, ha fallecido en Ibiza, según acaba de comunicar a través de sus redes sociales el alcalde de Ibiza, Rafael Triguero. El ibicenco, uno de los pioneros del atletismo en la isla, acababa de cumplir 76 años hace apenas unos días. Aficionado a este deporte y un habitual de las carreras populares, su espigada silueta ha sido un clásico de las competiciones durante décadas. Su pasión por el atletismo se la había inculcado a sus hijos pequeños, Patri y Pau, que son ya adolescentes.

El funeral está previsto este miércoles, 20 de marzo, a las cuatro de la tarde en la iglesia de Santa Cruz y el velatorio, en Pompas Fúnebres, desde las doce del mediodía.

Amaba tanto este deporte que no podía evitar la frustración al recordar el 2013, el año que marcó un punto de inflexión en su carrera deportiva: tuvieron que colocarle un marcapasos, lo que le impidió continuar con sus retos de larga distancia y, especialmente, renunciar a una de sus grandes ilusiones, correr su maratón número 42. Siempre renegó de aquella decisión médica. Con 64 años tenía 39 pulsaciones por minuto, lo que alarmó a los médicos. Le colocaron el marcapasos y comenzó su declive como atleta.

Sus primeras carreras, empujando el tiovivo

Sus primeras carreras fueron lejos de la competición, en la feria, donde empujaba los caballitos del tiovivo. Ahí desarrolló la velocidad y la fuerza en las piernas, cualidades que le sirvieron como futbolista, deporte en el que se inició porque, según explicaba “era lo único que había”. Llegó a jugar en tercera división con el Ibiza Atlético, pero todo lo que rodea al fútbol le acabó decepcionando y lo dejó. Tenía 35 años y en ese momento comenzó a dedicarse “en cuerpo y alma” al atletismo, explicaba Quirós, que se crió en sa Penya.

“El atletismo me dio las alegrías más grandes de mi vida”, confesaba Paco Quirós hace unos años en una entrevista en este mismo diario. “Y no sólo por las satisfacciones personales y las sensaciones que me ha aportado, sino por el cariño y respeto que siento de la gente allá donde voy”, continuaba antes de recalcar que eso, ese cariño y ese respeto de los demás eran “lo único” que se iba a llevar con él el día en que faltara.

Paco Quirós (a la derecha), tras una prueba deportiva en Ibiza

Paco Quirós (a la derecha), tras una prueba deportiva en Ibiza / D. I.

Del deporte al que dedicó su vida destacaba el “espíritu de compañerismo”, el de superación y unos valores positivos que quiso inculcar a sus hijos desde bebés. Y destacaba también las diferencias del atletismo de la Ibiza de los últimos años y el de sus inicios, cuando entrenaban en una pista de tierra en la que las líneas estaban pintadas con cal. Tampoco tenían toda la información que tienen ahora, incluso, los aficionados, y recordaba entre risas cómo tres días antes de su primer maratón corrió 30 kilómetros con una mochila de 20 kilos a sus espaldas. De hecho, a quienes se iniciaban en la carrera, Paco Quirós les aconsejaba que se olvidaran el reloj GPS, que no se obsesionaran con tiempos y ritmos y, sobre todo, que disfrutaran, que lo sintieran, que sonrieran zancada a zancada y que gozaran de la naturaleza.

Carreras, campeonatos, maratones...

Paco Quirós corrió su primera carrera en Mallorca en los años 70, una de 30 kilómetros entre Palma e Inca, distancia que salvó en menos de dos horas. En sus décadas como atleta participó en incontables carreras, competiciones, campeonatos, maratones, pruebas populares… Incontables para todos menos para él, que lo llevaba todo anotado en unas libretas que llevaba siempre al día y que no dudaba en consultar cuando alguien le preguntaba. Cuadernos en los que no dejaba un detalle sin anotar: entrenos, alimentación, recorridos, ritmos, sensaciones…

Entre los compañeros inseparables de Paco Quirós, quienes compartieron con él kilómetros y kilómetros se encontraban Toni Vico, Vicent Planells, Toni Suñer, Pep Ribas, Bienvenido Parrilla y Nieves Tur, una de las escasísimas mujeres que en aquellos años 70 y 80 practicaba el atletismo en Ibiza. Por el atletismo cometió auténticas locuras, según recordaba. Como los 100 kilómetros de Vallecas, donde perdió hasta ocho uñas de los pies, dar vueltas a la pista de Can Misses hasta completar los 42 kilómetros de una maratón, correr una carrera de 15 kilómetros con botas de militar e incluso correr por el pasillo de casa. “Soy consciente de las barbaridades que he cometido entrenando pero eso me ha gustado. Si volviera a empezar como atleta correría día, tarde y noche”, confesaba.

En 2020, en plena pandemia y ya sin poder correr como le gustaba, se marcó un reto: la vuelta al mundo sin salir de su casa, en bicicleta estática. Un reto que completó en 2021, tras 350 días subido en la bicicleta: 40.100 kilómetros sin salir del salón de su casa. Tenía 73 años y, tras la gesta, unas piernas como, explicaba entre risas, no había tenido ni con treinta años.

Como atleta, tenía muy claro como, en un día como hoy, quería que le recordaran: “Como una persona que simplemente trató de ayudar a los demás”.