ITB: Mujeres «de segunda clase» en el lujo asiático

Ibiza compite en la ITB con el lujo asiático y el exotismo, pero también con países en los que las mujeres carecen de los derechos más elementales y son tratadas como ciudadanas «de segunda»

Un vehículo de Fórmula 1 en el estand de Arabia Saudí. Pueden subirse las mujeres. | J.M.L.R.

Un vehículo de Fórmula 1 en el estand de Arabia Saudí. Pueden subirse las mujeres. | J.M.L.R. / José Miguel L. Romeroj.m.l.r.

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Omán es el país invitado de esta edición de la feria turística de Berlín, la ITB. Su lema, ‘La belleza tiene una dirección’. Un día antes de la apertura presentó un espectáculo en el Messe, donde se celebra, al que fueron invitadas 3.000 personas, entre ellas, y según indica la organización, figuras destacadas de la política, como Kai Wegner, alcalde de Berlín, y Dieter Janecek, coordinador del gobierno federal en materia de turismo y diputado de Alianza 90/Los Verdes en el Bundestag. Omán vendió ese día, y luego en su enorme y lujoso estand, su belleza, sus oasis y las múltiples actividades que ofrece ese rincón de la península arábiga.

Probablemente, para las mujeres de ese país la presentación de ese oasis turístico fue un espejismo de lo que ellas viven a diario. En su último informe, de 2022, Amnistía Internacional no deja en buen lugar a Omán en cuanto a los derechos de las mujeres: «No tomó medidas para poner fin a la discriminación de las mujeres, pese a las crecientes demandas de la sociedad civil en favor de la igualdad de derechos para ellas en ámbitos como el matrimonio, el divorcio, la herencia, la nacionalidad y la custodia de los hijos, así como con respecto a las restricciones de circulación y el tipo de trabajo que se les permitía realizar. El aborto siguió estando tipificado como delito». Según describe el Gobierno español en su web del Ministerio de Exteriores, «el Sultán Qabús apoyó la promoción de los derechos de la mujer y se han registrado muchos avances en su situación, aunque no disfrutan de los mismos derechos que los hombres en la legislación de familia y nacionalidad».

Tres maniquíes en el estand de uno de los Emiratos Árabes, Ajman, con vestimenta y velo tradicional. | J.M.L.R.

Tres maniquíes en el estand de uno de los Emiratos Árabes, Ajman, con vestimenta y velo tradicional. | J.M.L.R. / José Miguel L. Romeroj.m.l.r.

Lo cierto es que tanto en esta feria como en otras del mismo estilo, Fitur sin ir más lejos, participan países donde, pese a que las mujeres son «de segunda», como Amnistía Internacional avisa en sus informes, quieren atraer a turistas de ese sexo, lo cual no deja de ser una extraña paradoja. La estrategia que siguen es simple: seducir con imágenes y vídeos de paisajes de película, y ocultar su lado oscuro, por ejemplo, que si las turistas no se cubren el pelo o llevan una falda demasiado corta puede caer sobre ellas todo el peso de las restricciones que sufren las residentes. El alcalde de Berlín y el diputado del Bundestag debieron sufrir amnesia temporal cuando ‘apadrinaron’ a Oman hace cuatro días, aunque siempre pueden alegar que fue un ejercicio de la tan alemana realpolitik.

Entrada sur del Messe, donde Omán es omnipresente. | J.M.L.R.

Entrada sur del Messe, donde Omán es omnipresente. | J.M.L.R. / José Miguel L. Romeroj.m.l.r.

Amnesia temporal

Irán es otro ejemplo. Estos días no parece importar que allí apaleen o torturen a mujeres, como a Mahsa Amini, hasta su muerte por no llevar adecuadamente el velo. Pero políticos y viajeros suelen sufrir amnesia temporal parcial: «Las autoridades seguían tratando a las mujeres como ciudadanas de segunda clase, por ejemplo en relación con el matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos e hijas, el empleo, la herencia y los cargos políticos», acusa Amnistía Internacional en el documento de 2022, donde además advierte de que, allí, «la edad legal para el matrimonio de las niñas se mantiene en los 13 años, y sus padres pueden obtener permiso judicial para casarlas incluso antes». Pero qué mas da todo eso ante la posibilidad de contemplar la mezquita Aljama de Isfahán. «Mujeres y niñas -añade AI- estuvieron en primera línea del levantamiento popular, desafiando decenios de discriminación y violencia de género y contraviniendo leyes discriminatorias y degradantes sobre el uso obligatorio del velo que hacían que se enfrentaran a diario al hostigamiento y la violencia de agentes estatales y no estatales, a detenciones arbitrarias, tortura y otros malos tratos, y a la negación del acceso a la educación, el empleo y los espacios públicos». Un país maravilloso, pero donde no se penaliza la violación conyugal ni el matrimonio precoz y que no garantiza que los hombres que asesinen a sus esposas o hijas reciban castigos proporcionales, se advierte desde AI. Poca cosa, se ve, dado que se permite que un Estado que oprime a la mitad de su población esté presente aquí, en Berlín. O en Madrid y Londres.

Espacio de Irak en la feria de Berlín. | J.M.L.R.

Espacio de Irak en la feria de Berlín. | J.M.L.R. / José Miguel L. Romeroj.m.l.r.

El estand de Catar es de los más espectaculares de la feria, con leds a tutiplén, como en todos los países del Golfo que sustentan su economía en los derivados petrolíferos y en las reservas de gas, por ejemplo, Omán. Invierten los petrodólares, por ejemplo, en lujo asiático de libro, el que ya quisieran los trabajadores migrantes empleados allí. Advierte Amnistía Internacional que las cataríes «siguen estando discriminadas en la ley y en la práctica, y necesitan el permiso de un tutor varón para estudiar, viajar o casarse» y acceder a la atención de la salud reproductiva. Aún peor lo tienen las personas del colectivo LGBTI, expuestas «al riesgo de ser detenidas y torturadas». La sodomía está penada.

El varón decide

La forma en que fue asesinado el periodista Jamal Kashoggi debería ser suficiente para que Arabia Saudí fuera un estado paria, pero la amnesia política y colectiva es directamente proporcional a los barriles de petróleo que produzcas. Difícilmente se celebrará hoy el 8M en ese país, donde las mujeres «no pueden tomar decisiones por su cuenta, sino que es un familiar varón el que decide en representación suya», según destaca AI: «Desde que nacen y a lo largo de toda su vida, las mujeres en Arabia Saudí permanecen bajo la supervisión de un hombre de la familia, normalmente sus padres o maridos. Necesitan su permiso y consentimiento para cuestiones tan sencillas como iniciar determinados estudios, vivir solas, casarse, acceder a ciertos tratamientos médicos o incluso salir de la cárcel. Desafiar estas prohibiciones o desobedecer a su guardián puede ser motivo de sanciones». No pueden elegir pareja ni casarse sin el permiso de su padre o tutor, que deben aprobar la relación: «Además, todavía se producen matrimonios concertados en los que la mujer es forzada a casarse (…) Tampoco puede divorciarse sin el consentimiento de su marido, pero el hombre sí puede divorciarse sin el consentimiento de su mujer». Bienvenidas al pujante país del desierto, os recibirán con los brazos abiertos. En Arabia Saudí no, pero en su estand pueden subirse a un Fórmula 1 auténtico y conducirlo... virtualmente. Pero subirse se pueden subir.

No deja de ser extraño que un país tan inseguro como Irak esté presente en una feria turística, pero también lo estuvo Siria en Fitur. No es el mejor estand de la ITB ni el más visitado (a la hora que este redactor pasó no había nadie en sus mesas o interior y las bandejas de dulces típicos estaban intactas) pero sí es especialmente atractivo viajar allí dado su legado arqueológico (si un grupo integrista no te liquida antes). Para las mujeres tampoco es ni un paraíso ni un lugar muy recomendable: «El Parlamento iraquí siguió sin tipificar en 2022 como delito la violencia de género en el ámbito familiar, pese al aumento de los homicidios cometidos por motivos de honor y otras formas de violencia de género documentadas por ONG nacionales», según AI, que hace una mención especial a lo que sucede en el Kurdistán: «Hubo un aumento de las denuncias de casos de mujeres y niñas asesinadas por sus familiares varones por convertirse a una religión diferente o identificarse como mujeres transgénero, entre otros motivos. Sólo entre enero y marzo, una coalición de organizaciones de mujeres documentó la muerte de al menos 16 mujeres y una niña de 15 años a manos de familiares varones, y se creía que la cifra real era mucho mayor. Las autoridades no llevaron a cabo investigaciones independientes e imparciales en la mayoría de estos asesinatos, debido al clima social de culpabilización de las víctimas, incluso en las redes sociales, y a la apatía de los legisladores».

No apto para homosexuales

En la ITB también se puede visitar el estand de Malasia, donde «se aprobó una reforma de la sharia (ley islámica) en el estado de Terengganu que tipifica como delitos el intento de sodomía y la práctica de hacerse pasar por hombre siendo mujer. El sexo anal sigue tipificado como delito en el Código Penal nacional», recalca AI. Como en Uganda, cuyo lema es «la perla de África», que destaca, por llamativa, en el pabellón donde se promociona en Berlín, pero que nadie olvide cuando viaje allí que su presidente, Yoweri Museveni, considera «desviados sociales» a los homosexuales.

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