Manifestación del 8M en Ibiza: «La precariedad, la pobreza y la exclusión tienen rostro de mujer en el patriarcado»

El 8M muestra músculo con una manifestación multitudinaria en Vila

La comisión organizadora reivindica el papel imprescindible de las mujeres, especialmente en los trabajos de cuidados, y pide el cese de la masacre en Gaza

Una imagen del 8M en Ibiza.

Una imagen del 8M en Ibiza. / Marcelo Sastre

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Sin el trabajo de las mujeres en el ámbito de los cuidados y en aquellos otros sectores totalmente feminizados, a la vez que precarizados, el statu quo hace agua por todos lados. «Somos las mujeres las que sostenemos la vida en un sistema patriarcal en el que la precariedad, la pobreza y la exclusión tienen rostro de mujer». Así comenzó este viernes la lectura del manifiesto por el Día Internacional de la Mujer en la plaza Antoni Albert i Nieto, punto donde terminó el recorrido de la manifestación, convocada por la Comissió 8M de Ibiza.

Unas 1.000 personas, la mayoría mujeres, hicieron escuchar sus voces un año más en las calles de Vila para recordar que la ola feminista, lejos de ser una moda, es un avance democrático que ha venido para quedarse y que no se desinfla con el paso del tiempo.

Vídeo de la manifestación del 8M de Ibiza

Toni Escandell Tur

«Somos las mujeres las que sostenemos y reproducimos la vida en un sistema que no valora ni la maternidad ni la crianza y que aboca a las que quieren ser madres a la precariedad salarial, la soledad y el silencio», prosiguió el manifiesto. La encargada de su lectura fue Elena Rodríguez, integrante de la comisión. También denunció, a modo de portavoz, que «el 57% de las mujeres que son madres tienen que asumir un coste salarial, un dato que muestra cómo la maternidad nos empobrece, y el 70% declara sentirse sola durante la crianza debido a la falta de correspondabilidad real».

Talleres previos a la manifestación del 8M en Ibiza

Además, la comisión apostó en su escrito por la «organización feminista» en las organizaciones sindicales, en el trabajo y «donde haga falta» con tal de «luchar contra la división sexual del trabajo y la precarización laboral en general», haciendo hincapié en los sectores ocupados principalmente por mujeres y relacionados con los cuidados. «Trabajos que tienen que ver con los cuidados y que continúan siendo realizados mayoritariamente por mujeres, en situación de precariedad o directamente de explotación. Trabajos que se aprovechan de la Ley de Extranjería para tener mano de obra femenina barata. Estamos hablando de cuidadoras de personas dependientes, de jornaleras, de personal de limpieza, de las kellys, de las trabajadoras internas en las villas de alto standing», leyó Rodríguez.

Palestina y Ucrania

Como no podía ser de otra manera, el manifiesto también puso el foco en Palestina y Ucrania. La Comissió 8M exigió «el cese inmediato de todas las guerras que dañan personas, territorios y recursos naturales». «Como feministas, exigimos el cese del genocidio que está teniendo lugar de manera televisada en Gaza, exigimos el final de la guerra en Ucrania y de todos los conflictos bélicos», añadieron, señalando, a su vez, que toda la población sufre estas guerras y que las mujeres y los niños se ven afectados «de manera diferenciada».

Tampoco podía faltar la alusión a las generaciones de mujeres que precedieron a las que ahora cada año salen a las calles durante el 8M: «Nuestras abuelas son las mujeres que se han hecho mayores cuidándonos y luchando por nosotras. Las mujeres a las que las instituciones no han agradecido ni reconocido suficientemente el valor de su trabajo». También son quienes, o bien no pudieron incorporarse al mercado laboral, o bien «lo hicieron tarde a causa de la maternidad, o que cuando lo hicieron fue con una jornada reducida para poder continuar cuidando de sus familias». «Todo esto a costa de sus pensiones. Nosotras hoy gritamos: ¡sin las abuelas, no hay revolución!». El manifiesto también hizo alusión a «la resistencia de las mujeres trans, que todavía hoy en día ven cuestionada su existencia» y a la de «las mujeres con capacidades diversas, que se enfrentan a un mundo que todavía las excluye».

La jornada, organizada por la Comissió 8M con la colaboración del Consell y el Ayuntamiento de Ibiza, comenzó a las 17 horas en Vara de Rey con una merienda popular y talleres de camisetas, chapas y pancartas, entre otras actividades. En este mismo lugar se inició, a las 19 horas, el recorrido de la manifestación, acompañada por la música de Aiyé Batucada. A la lectura del manifiesto le siguió un monólogo de la cómica ibicenca Irene Francolí y un concierto del grupo de punk Pvssydònia.