Llama la atención

Que en el contexto de sequía en el que ya estamos, con las restricciones acechando y los ayuntamientos y el Consell anunciando un plan de choque, sepamos que el agua de la nueva depuradora de Ibiza no podrá usarse para el riego, ya que el agua que le llega del alcantarillado de Vila y Santa Eulària está completamente salinizada y la depuradora elimina los residuos, pero no la sal.

Que en este mismo contexto de necesidad hídrica un acuífero que brota en un aparcamiento subterráneo arroje al alcantarillado entre 200 y 500 toneladas de agua potable cada día. Esta situación, que se ha denunciado en numerosas ocasiones en los últimos años, sigue sin resolverse y este enorme caudal se sigue perdiendo.

Que el concurso de los quioscos de Formentera siga coleando y sin resolverse. Después de que el presidente del Consell, Llorenç Córdoba, lo calificara de «marrón» la pasada semana, los consellers de Sa Unió han dejado ver su malestar por la falta de acción