La estación marítima de Formentera en Ibiza se retrasa: esta es la fecha prevista de licitación

La nueva estación marítima de Formentera en el puerto de Ibiza se licitará en 2025, teniendo en cuenta los plazos de tiempo que se estiman para aprobar, de forma definitiva, el Plan Especial del puerto de Vila, que ahora se encuentra en exposición pública, tras su reciente aprobación inicial. Este documento tan largamente esperado marca la edificabilidad de las nuevas instalaciones previstas en la zona portuaria de Vila.

La nueva ubicación de la terminal de Formentera ya está definida en la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), aprobado en 2023, y se sitúa a unos 400 metros de la actual. Cada año aumenta el número de pasajeros entre las dos islas, y en 2023 fueron un total de 2.140.741, un 18% más que el año anterior.

Fuentes de la Autoridad Portuaria de Balears (APB) detallaron que en estos momentos el Plan Especial del puerto de Ibiza se tramita en el Ayuntamiento, con su exposición pública para la presentación de alegaciones. Además, se deben emitir una serie de informes preceptivos por parte de las instituciones para luego remitir de nuevo el expediente a la APB, que deberá hacer una nueva redacción del citado plan consensuada con el Consistorio, que lo deberá aprobar de forma definitiva. Este proceso se puede alargar un año, que es el plazo que Vila estima que puede tardar en hacer su trabajo, según ha comentado de forma verbal a la APB.

Una vez que esté el Plan Especial aprobado, la APB podrá licitar todos los proyectos previstos, por lo que el organismo portuario descarta que se pueda licitar a lo largo de 2024 y prevé que la terminal de Formentera pueda salir a concurso a lo largo de 2025.

En 2016, el Ayuntamiento de Vila, con Rafa Ruiz como alcalde, y el Consell de Formentera, con Jaume Ferrer como presidente, lograron desbloquear la situación para buscar la solución intermedia que recoge la DEUP, siendo presidente del organismo portuario Joan Gual de Torrella.

Ese documento recoge que en la actual ubicación de la Cofradía de Pescadores habrá una zona comercial para el tráfico de mercancías y pasajeros. Está previsto que la terminal se levante sobre un aparcamiento soterrado con capacidad para 691 vehículos. Los ferris convencionales (solo de pasaje) atracarán cerca de la nueva terminal, mientras que los buques de carga mixta (carga y pasaje) lo harán en los muelles comerciales, donde también se reubicará la zona para pescadores y el resto de la actividad industrial.

En la delimitación de usos se explica que debido al fuerte incremento del tráfico entre las Pitiusas y ante la necesidad de reordenar la operativa portuaria que afecta a esta línea, la APB propuso «la construcción de una terminal de nueva planta con todos los servicios adecuados a la eficacia y calidad que se pretende ofrecer». Tras la problemática generada por la nueva ubicación de esta estación, el entonces presidente de la APB trasladó al consejo de administración el acuerdo alcanzado, que recoge que la ubicación de dicha terminal está prevista en la misma alineación paralela a la avenida de Santa Eulària.

Esta solución mantiene la proximidad al centro de Vila y, a la vez, permite la construcción de un paseo con la posibilidad de unir todo del perímetro del puerto para usos de los ciudadanos, limitando las zonas de trabajo portuario, de pesca e industrial a la superficie del muelle comercial norte.

El acuerdo recoge, en la práctica, la voluntad del Ayuntamiento de Ibiza de tener un paseo en primera línea del mar y el interés de Formentera de que el desembarque y embarque de los pasajeros se produzca lo más cerca posible del núcleo urbano.

El movimiento ciudadano ‘On sempre’

El acuerdo alcanzado para construir la terminal de Formentera a apenas 400 metros de la actual fue el resultado de un movimiento ciudadano creado por varias asociaciones, entre ellas la Associació de Veïns de l’Illa de Formentera (AVIF), que recogió en cuatro días 3.000 firmas en 2013. El resultado fue la creación de una plataforma, ‘Formentera Importa’, que a través del Consell d’Entitats se organizó para mostrar su rechazo a la propuesta inicial de la APB de trasladar la estación al muelle de es Botafoch y contra la posterior alternativa de situarla en el Martillo, en la Marina. Se organizó una gran concentración de protesta en la plaza de la Constitució de Sant Francesc en la que participaron unas 2.000 personas.

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